El nuevo coronavirus, conocido como SARS-CoV-2, sigue causando una gran incertidumbre entre los científicos y epidemiólogos, mientras dan con la anhelada vacuna y tratan de descifrar el modo exacto en que los humanos resultaron contagiados.
La fuente primaria más probable de la enfermedad es de origen animal. Los científicos apuntan a que el reservorio del virus es el murciélago, mientras investiga al animal hospedador intermediario, habiendo controversia entre el pangolín y otros. Aunque sabemos que los verdaderos culpables somos los humanos.
Hace unas semanas, las autoridades sanitarias de Hong Kong desataron una intensa polémica entre el mundo animal después de revelar que un perrito pomerania habría dado un resultado «positivo débil» por coronavirus. Después de varias pruebas y tras ser obligado a pasar en cuarentena lejos de su dueña, dio negativo y murió de anciano.
Similar cosa sucedió con un gato en Bélgica, tras dar positivo al virus después de vivir con su dueño que estaba contagiado.
Estos casos aislados provocaron gran conmoción en el país asiático, haciendo que muchos dueños abandonaran a sus mascotas por temor al contagio. Veterinarios y la propia OMS aclararon que era prácticamente imposible que las mascotas: perros y gatos, sean portadores del virus, pero todavía no se había demostrado científicamente si estaban libres de resultar contagiados.
Ahora, el Ministerio de Sanidad de España, bajo la dirección de Salvador Illa, ha publicado un nuevo documento científico-técnico, con fecha 4 de abril, que viene a aclarar las dudas que había al respecto.
La investigación está respaldada en 144 referencias bibliográficas de estudios recientes de laboratorios, epidemiólogos y científicos alrededor del mundo.
«Las personas podrían transmitir el nuevo coronavirus a los perros, gatos y hurones, si bien todavía no está confirmado que la transmisión se produzca a la inversa», reza el documento.
«Se ha observado infección en gatos y hurones, con replicación activa del virus en vías respiratorias. Una situación que también se ha observado, aunque con mucha menor intensidad en los perros», señala Sanidad.
Estas conclusiones se basan en un estudio llamado: Susceptibilidad de hurones, gatos, perros y diferentes animales domésticos al SARS-coronavirus-2, publicado por BioRxiv, un servicio gratuito para acceder a investigaciones lideradas por el Cold Spring Harbor Laboratory.
Los científicos involucrados detallaron que investigaron la susceptibilidad de hurones y otros animales en contacto cercano con humanos al SARS-CoV-2. Y descubrieron que el virus se «replica pobremente en perros, cerdos, pollos y patos», pero de «manera eficiente en hurones y gatos».
«Siendo los gatos más jóvenes más permisivos y, quizás lo más importante, el virus se puede transmitir entre gatos a través de gotitas respiratorias», enfatizan.
Los resultados indican que el nuevo coronavirus puede replicarse en el tracto respiratorio superior de los hurones, «por hasta ocho días, sin causar enfermedades graves o la muerte».
Sobre los cerdos, gallinas y patos, aseguran que no se ha logrado observar replicación activa del virus tras la inoculación experimental.
Luego investigaron la replicación y transmisión de SARS-CoV-2 en 5 perros beagle de 3 meses de edad. Y el resumen de las investigaciones es el siguiente:
«Encontramos que los hurones y los gatos son altamente susceptibles al SARS-CoV-2, los perros tienen baja susceptibilidad, y el ganado, incluidos los cerdos, pollos y patos, no son susceptibles al virus».
“Estos datos indican que podría haber transmisión de humanos infectados a perros, gatos y hurones de forma ocasional».
Y que el primer contagio a humanos pudo ser a través de secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo, pero ahora está demostrado que las mascotas NO contagian a los humanos.
Sobre estas polémicas investigaciones, Joaquim Segalés, veterinario y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha decidido intervenir:
«Hay que ser muy cautos, porque en este tipo de experimentos la cantidad de virus a que se expone a los animales es muy elevada, tienen que darse una serie de condicionantes muy determinados para que una mascota pueda llegar a infectarse”.
«La gente no debería tener miedo, como tal, a contagiar a sus mascotas, pero sí mucha precaución: si un dueño se infecta del virus debe tener el menor contacto posible con los animales», señala.
El cuidado responsable de nuestros consentidos también tiene que ver con protegerlos de todo peligro, sabemos que ellos no pueden transmitir el virus pero podrían ser vulnerables. Comparte el resultado de estas investigaciones para que, sin alarmar, todos puedan tomar las precauciones oportunas.