El flagelo del coronavirus, la peor pandemia mundial en mucho tiempo, dejó un escenario apocalíptico en muchos países. Pero para el epicentro del brote, China, parece que no ha sido suficiente…
A pesar de que recientemente, la ciudad china de Shenzhen, dio la cara aprobando la primera ley que prohíbe para siempre el consumo de la carne de perros y gatos, además de otras especies salvajes, en la provincia de Guangdong, en el sur de China, el panorama es indignante.
El dueño de un restaurante, que pidió no ser identificado, reveló a los medios que los criadores de perros han vuelto a sus andadas y «están criando miles de cachorros para vender su carne en los restaurantes y que la gente no tenga que renunciar a sus tradiciones».
Perros enjaulados a la venta en un mercado callejero en Guangdong, en 2013
«Muchas personas quieren volver a comer perros en Guangxi y Leizhou, de donde soy yo», aseguró el dueño del restaurante. «Muchos nos preguntan si hay carne de perro. Si les decimos que no, simplemente no vuelven».
Afortunadamente, teme que sus ventas caigan en un 40 por ciento por la ley aprobada en Shenzhen. ¡Ojalá se sumaran muchas más ciudades para detener esta barbarie!
La ley entró en vigencia el 1 de mayo en la ciudad que cuenta con 13 millones de habitantes.
«Es una decisión histórica. Podría ser un momento decisivo en los esfuerzos para poner fin a este brutal comercio que mata a unos 10 millones de perros y cuatro millones de gatos en China cada año», declaró el Dr. Peter Li, especialista en políticas de China para Humane Society International.
Escenas que parten el alma cuando los voluntarios de HSI trataban de liberar perros en Corea del Sur
Previamente, China ya había prohibido todo el comercio y consumo de animales salvajes, después de que se considerara la práctica como responsable de la epidemia del virus mortal del país. «Cerdos, vacas, ovejas, burros, conejos, gallinas, patos, gansos, palomas y animales acuáticos», serían las especies permitidas. Pero queda mucho camino por recorrer…
Guangxi es la provincia donde se celebra cada mes de junio, el famoso Festival de carne de perro llamado «Yulin». Es uno de los festivales más controvertidos del mundo. El gobierno local ha dejado de organizar el festival después de toda la presión de animalistas y activistas que han luchado con todas sus fuerzas por salvar a esas criaturas de un atroz final, pero lo cierto es que los locales aún consumen carne canina.
Estas imágenes revelan la durísima realidad que vivieron los perritos en el Festival de Yulin, de 2019, sabiendo que estaban a punto de terminar en un plato de comida
Los comensales suelen congregarse en los mercados, mientras ven cómo miles de inocentes perritos son «cruelmente asesinados, desollados y cocinados con sopletes antes de comérselos».
«La mayoría de estos animales de compañía son robados de los patios traseros de las personas o arrebatados de las calles, y son llevados a la parte trasera de camiones para ser golpeados hasta la muerte en mataderos y restaurantes en toda China».
La fuente exacta del nuevo coronavirus, conocido como SARS-CoV-2, permanece sin confirmar.
¿Por qué comen los chinos carne de perro?
Según Keith Guo, un amante de los animales que trabaja para la organización animalista PETA Asia y es nativo de Guangdong, «el estofado de perro es común» en su provincia natal y en la provincia vecina de Guangxi. Confiesa que la carne de perro tiene un olor y sabor peculiar, pero que usan especies para mitigar su sabor.
«El estofado de perro es pesado y podría calentar el cuerpo de los comensales rápidamente. Para la medicina tradicional china, cualquier alimento que pueda calentar el cuerpo se considera beneficioso. Por eso también se cree que la carne de perro es especialmente nutritiva para el cuerpo humano», asegura.
Además, creen que con el invierno las defensas se debilitan, «el estofado de perro caliente es ideal para estimular su sistema inmunológico».
Los usuarios de las redes no han tardado en responder a esta práctica que indigna al mundo, por más que se trate de un tradición milenaria.
«El coronavirus es su castigo. Ninguna pandemia es demasiado dura para cualquiera que maltrate a un perro», escribió un internauta.
Ayúdanos a levantar la voz para que esta atroz práctica se detenga ya. ¿Qué más necesitan ver para recapacitar sobre el destino de esos inocentes peludos? Deberían estar bajo el cuidado de dueños que los amen y los protejan, no cruelmente asesinados para terminar en una sopa. ¡Compártelo!