Todos estamos familiarizados con los hermosos peces dorados. Son algo pequeños y siempre han sido los favoritos de muchos para tener una colorida pecera. Esto fue lo que pensó Alexandria Miller cuando se ganó un pececito llamado Gerald en una feria de carnaval.
Alexandria vive en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos.
Con el tiempo algo ha quedado claro: Gerald creció de tal manera que es realmente imposible que sea un pez dorado. Además, no duda en engullir a cualquier compañerito que se encuentre a su lado. Quiere la pecera para él solo.
“Cuando me lo dieron estaba en una bolsa de plástico y medía tan sólo 5 centímetros”, recuerda Alexandria.
Gerald creció tanto que Alexandria tuvo que comprar otra pecera. Había gastado nada menos que 1000 dólares en la primera pero el hermoso pez la utilizó por un tiempo y luego comenzó a exigir algo digno de su tamaño. Para Miller fue algo difícil reunir el dinero de otra pecera en tan corto tiempo pero estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por su nueva mascota.
“Es muy difícil medirlo porque nunca para de moverse. De lo que sí estamos seguros es de que no es un pez dorado. Ha pasado el tiempo pero todavía no parece dispuesto a dejar de crecer”, aseguró Miller.
Poco después, la pecera era el menor de sus problemas. Alexandria vio día a día que cada uno sus peces desaparecían misteriosamente. Gerald no sólo crecía cada vez más sino que no lo pensaba dos veces para tragar a los otros pecesitos. Desde entonces, tomaron la decisión de dejarlo solo para no arriesgar la vida de los demás.
“A veces pienso que se puede aburrir en la pecera, pero cada vez que hay un pez más pequeño, Gerald simplemente lo engulle”, dijo Alexandria.
Ella decidió hablar con algunos especialistas y le recomendaron intentar con peces tan grandes como Gerald para ver si podían llevarse mejor. Después de todo, la vida puede tornarse algo solitaria para un pez que no cuenta con la compañía de otros como él. El tamaño de Gerald ha dejado a usuarios de todo el mundo en shock. Muchos se encuentran adivinando de qué tipo de pez se trata.
Gerald alcanzó los 30 centímetros de largo en apenas dos meses.
Lo más importante es recordar que todas las mascotas, incluso los peces, requieren de mucho trabajo. Debemos investigar a fondo sobre ellos y hacer todo lo posible para brindarles una vida feliz y saludable. Esperamos que Alexandria logre resolver los incontables enigmas sobre el gigante Gerald para poder ayudarlo.
¿Habías visto un pez como Gerald? No dudes en compartir esta nota que ha dando tanto de qué hablar.