Si hay algo que regocija de alegría a todos los amantes de los animales es un peludito rescatado, cada vez que alguien decide cambiarle la vida a uno de ellos y se compromete a quedárselo para siempre, en realidad, no sabe con qué se está enfrentando.
Cada animal aunque tengan cosas en común tienen un carácter totalmente diferente. Eso sí, por mucho que difieran siempre serán los consentidos de la casa.
Luna estaba obsesionada con la comida.
Luna es una de esas gatitas que fue rescatada cuando solo tenía cinco semanas de nacida.
Tarin Tanner la encontró abandonada en un maizal y decidió quedársela, su familia ya tenía otra gatita en casa llamada Shayla, así que pensó que la nueva integrante rápidamente se instalaría en la casa y seguiría los pasos de su hermana adoptiva mayor.
Tanner decidió hacerle dieta y darle pequeñas raciones varias veces al día.
La familia acostumbró a Shayla comer afuera de la casa, su plato siempre estaba lleno y la dejaban comer cada vez que sintiera hambre.
Pensaron que esta estrategia funcionaria para Luna, pero se dieron cuenta de que la dulce gatita amaba en exceso la comida. Al respecto Tanner comenta:
Fue una mala idea porque ganó peso muy rápido, llegó un momento en que el veterinario me entregó un folleto sobre la obesidad del gato. Fue entonces cuando supe que tenía que hacerle una dieta más estricta”.
La gata no solo comía cada día más, sino que lo hacía cada vez más rápido, su obsesión era tanta que lloraba el resto del día para que Tanner la alimentara.
Su familia preocupada sabía que debían hacer algo para ayudar a Luna, así que pensaron en un dispensador de comida, este funciona de manera automática y distribuye pequeñas cantidades cinco veces al día.
Cuando Luna no está frente al dispensador pasa el tiempo durmiendo.
Luna al principio no estaba de acuerdo con este método, pero cuando se dio cuenta de que había comida de por medio no se separaba ni un instante del dispensador.
Su amor por el alimentador automático era tan grande que pasaba horas mirándolo tiernamente.
Pasó la mayor parte de su tiempo tratando de entrar sin suerte. Cuando se dispensó por primera vez la comida, ella se escapó, pero luego regresó cuando se dio cuenta que le daba alimentos. Ella ha estado enamorada de eso desde entonces”.
This is my chonky girl Luna. She has an automatic feeder to keep her from getting fatter but she is a very food driven and has learned the times she will be fed. About an hour or so before each feeding she starts doing this because she is very excited.Also, yes, I know the top of the feeder is dusty and it has been cleaned since taking the video.*Edit: Thank you all for loving my cat like I do. She has such a personality and this has caused me to create her an Instagram account. Follow her lazy adventures at "chonkyluna".
Publicada por Tarin Tanner en Jueves, 5 de marzo de 2020
Luna es una amante de la comida, por lo que no se dio por vencida, todo lo contrario, descubrió que el dispensador da comida cada cierta hora y espera mucho antes de la hora programa para poder alimentarse.
Tanner comenta que incluso cuando no está cerca de la hora de comer pasa por el frente esperando tener suerte y que se escape algo de comida.
El dispensador ha ayudado mucho, su familia espera que logre tener el peso indicado.
La familia de esta adorable felina está haciendo lo posible para ayudarla. Aunque Luna ama la comida más que a nada en el mundo, es necesario que baje de peso por su salud. Estamos seguros que con el apoyo de su familia lo logrará.
Es importante velar por la salud de nuestras mascotas aunque eso implique sacrificar su gusto por los alimentos. Comparte la historia de esta gata que ha cautivado el corazón de muchos.