Por muy leal y amorosa que una mascota pueda ser, cuando una persona está decidida a abandonarle encontrará mil y un excusas para justificar su negligencia. Sin embargo, un veterinario no ha podido ser indiferente ante la terrible situación que atravesó una paciente canina mientras este estaba en plena consulta.
La paciente era Holly, una perrita anciana de 12 años, al que su familia decidió sacrificar porque ya no les gustaba.
La peluda fue llevado a la clínica veterinaria para que se le suministrara la inyección para dormir. Al momento de consultar el motivo de la decisión, su antiguo padre humano expresó:
«Simplemente no nos gusta. Nos gustan más nuestros otros perros».
Una situación injusta ante la cual el médico de guardia no pudo acceder y, lejos de dormirla, decidió darle una segunda oportunidad.
De la clínica veterinaria se comunicaron con Melissa, la directora de Old Dog Home. Esta fundación se encarga de rescatar a los perros mayores de 7 años del área de Atlanta y llevarlos a un refugio de 4,5 hectáreas ubicado en Conyers, Georgia.
Una vez en el refugio, los voluntarios se ocupan de cubrir las necesidades físicas, emocionales y médicas de los perritos hasta que puedan encontrarles una “familias para siempre”.
Sin duda. este sería un mejor destino para Holly que el que planeaban sus malagradecidos responsables.
Melisa no se pudo resistir y al escuchar la historia del animal decidió ir a su rescate, pero además lo encontró en unas condiciones bastante tristes.
“Traté de no llorar… Está absolutamente sucia, su cabello es grasoso y se está cayendo. Sus ojos son pegajosos y los entrecierra. Su cola se menea y menea y menea. Hablé con el veterinario que la examinó. Tiene una infección por hongos, «simplemente ya no la queremos»… Ellos la abandonaron», escribió Melissa.
Cuando Melissa fue a buscarla se tropezó con los dueños de la perrita y le entristeció mucho ver que el sujeto junto a su nieta sólo querían deshacerse de ella porque ya no les gustaba.
Aunque la mujer no quiso recriminar a la niña, no pudo evitar cuestionarse el ejemplo que esos adultos le estaban dando.
La historia de esta pequeña fue compartida por Melissa en la página de la fundación y relató lo asustada que se encontraba la pequeña durante el traslado. Sin embargo, le ha prometido seguridad y que nunca más nadie la volverá a tratar como un objeto desechable.
“Le susurré y le prometí que a partir de ahora, siempre será amada y querida, pase lo que pase. La llamamos Holly”, dijo la rescatista.
Aunque existan mil y un personas sin corazón, siempre hay alguien dispuesto a ayudar a los más indefensos. Sin embargo, esta historia debía ser contada para que nadie más siga el ejemplo de la antigua familia de Holly y mucho menos continúen dándoles ese mal testimonio a los niños.
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