Las jirafas destacan por su simpatía y singularidad, infinidad de fotografías las muestran con toda su elegancia. Pero también tienen su faceta graciosa, como la grabada en imágenes por un fotógrafo en Sudáfrica, justo cuando una jirafa macho se contorsiona para calmar un poco su sed.
Es sabido por todos que las jirafas consiguen alimentarse con hojas suficientemente jugosas que le dan la cantidad de líquido que necesitan en su organismo, y tienen la capacidad de estar hasta dos semanas sin beber agua.
Sin embargo, cuando les provoca pueden llegar a ingerir hasta doce litros del vital líquido en un mismo día. Pero las características propias de su cuerpo dificultan tan importante y esporádica actividad.
No olvidemos que son considerados los animales más altos del reino animal. De hecho, poseen un largo cuello que puede llegar fácilmente a medir dos metros y medios; y hay especímenes que alcanzan de cuatro a cinco metros de altura.
Las vértebras de su cuello hacen que doblarse sea una misión titánica, por eso deben adecuar su cuerpo de una manera muy inteligente, y por demás graciosa para poder hidratarse y no morir en el intento. Por eso cuando les toca, desarrollan todas sus habilidades acrobáticas con las que fueron dotadas por la naturaleza.
Abren sus patas delanteras lo máximo hasta donde les es posible, de esa forma pueden bajar su cabeza y llegar al sitio donde está el agua, sin que su enorme corazón de doce kilogramos explote.
“¡Que sabios animales, de no ser así su corazón no soportaría!”, dijo un sorprendido internauta.
De esa manera su corazón queda más o menos a la altura de su cabeza, y evitan los mareos. Es cierto que la posición que adoptan puede ponerlas en peligro con cualquier depredador que pudiera estar cerca, pero la evolución las ha enseñado a tomar de prisa el líquido y levantarse rápidamente.
“¡Ni pensar si le diera sed a cada rato como a los humanos!”, expresó un divertido usuario
El fotógrafo Steve Ross tuvo la oportunidad de grabar con su cámara a un macho adulto que paseaba libremente en la Reserva Natural de Zimanga, en Kwazulu Natal, una provincia costera de Sudáfrica. El hombre se colocó muy cerca, a escasos metros del majestuoso animal y capturó magistralmente la escena que después fue compartida en las redes sociales.
La Reserva Natural de Zimanga es cuidadosa con sus animales y está siempre atenta con que no se afecte su bienestar y tranquilidad, por eso proporciona ciertas pieles a los fotógrafos para evitar que las jirafas no se angustien ni se sientan invadidas en su hábitat.
¡Sin duda alguna son animales esplendorosos y merecedores de nuestra admiración y respeto!
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