Aquella vieja frase utilizada para aludir las relaciones tormentosas: “como perros y gatos”, podría hacernos pensar que la amistad y la convivencia es imposible entre estos dos supuestos antagonistas.
Pero esto es más un estereotipo, un mito creado por las tiras cómicas que, durante años dibujaban a los primeros como leales y adorables y a los segundos, unos fríos y calculadores.
Durante mucho tiempo los hemos visto a ambos rivalizar como enemigos en libros, películas y, como ya mencioné, en las caricaturas de todas las épocas: Spike y Silvestre, Tom y Jerry, Garfield y Otis, tan solo por recordar algunos de estos personajes.
Pero hay ocasiones, muchas, en realidad, en las que perros y gatos conviven a las mil maravillas, e incluso llegan a desarrollar un vínculo tan estrecho, que hasta puede estimular en la pareja de peludos el instinto maternal.
Cuando los gatitos son muy pequeños, a menudo requieren de un poco de ayuda. Las madres gatas lamen a sus gatitos para instigarlos a comenzar a dejar que la naturaleza llame y hagan sus necesidades, pero la madre de este gatito no maúlla, sino que ladra, ya que se trata de una golden retriever que sabe exactamente qué hacer y lo prepara para la bandeja de arena.
La madre adoptiva lo besuquea a diestra y siniestra para acicalarlo
Con el gatito en la boca, esta madre adoptiva lleva al minino que parece una mota de algodón a todas partes, lo que es natural para el felino, dado que tanto los gatos como los perros llevan a sus crías en la boca, tomando con delicadeza la piel de sus cuellos.
Como sucede con algunas razas de gatos, este se queda petrificado mientras viaja en el hocico de la perrita. Se le nota muy a gusto y feliz. Esta madre lo encontró abandonado en la calle y lo cobijó entre sus patas para nunca más dejarlo solo.
Juegan a las cosquillas como toda madre e hijo
“Ella no tiene los estándares de aseo que la mayoría de las madres tienen, pero es el esfuerzo lo que cuenta”, dice sonriente la madre humana de la pareja.
Por lo general, las gatas pueden ser mucho más ordenadas al lamer a sus bebés. No tanto esta madre sustituta, cuya raza es una de las más amigables, inteligentes y pacientes que existen.
Por lo que sospechamos que este lindo gatito está aprovechando al máximo las increíbles cualidades de esta celosa cuidadora canina que tiene todo lo que una madre necesita para darle amor a su cría.
“Se queda viendo cómo el gatito se vuelve loco jugando con un juguete”, añadió la humana y cuidadora de Bonnie perro y Clyde gatuno.
Sin duda, la naturaleza es asombrosa y muy sabia, brinda a cada animal los elementos necesarios para asegurar la protección de sus descendientes, no importa si son o no de su misma especie. Esta es una característica que los diferencia de los seres humanos.
Comparten los alimentos en santa paz y armonía
No importa si es gato, perro, lobo, o humano. Somos diferentes especies con varias cosas en común, pero entre ellas destaca el instinto maternal que nos lleva a proteger a los bebés y preservar la existencia las diferentes especies que habitan en el planeta. Comparte esta historia.