Los animales nunca dejan de sorprendernos con su tenacidad y valentía. Son capaces de renacer más fuertes e imponentes que nunca, aunque malvados humanos hayan intentado quebrar su brillante espíritu.
Su pasado fue el más triste
Landis, un valeroso pitbull, es la mejor prueba de que siempre se puede superar todas las malas experiencias, por más duras que sean, o por más triste que sea el pasado.
Él vivió encerrado en una jaula estrecha durante 2 años de su vida y su cuerpo, poco a poco, se fue deformando, al igual que sus sueños y esperanza.
Debido a que la jaula era demasiado pequeña, Landis tenía que encorvarse para permanecer en ella. Mantener una posición incómoda durante tanto tiempo hizo que su cuerpo empequeñeciera y se deformara, ya que no podía crecer adecuadamente.
“Situaciones como esta hacen que pierda la esperanza en la humanidad. Me encantaría ver esta horrible situación al revés. Algunas personas no tienen empatía ni compasión cuando se trata de animales.
Así que les digo: NO TENGAN UNA MASCOTA SI NO PUEDEN MANTENERLA EN SU VIDA Y HACERLA UNA PARTE INTEGRAL DE SU FAMILIA”, comentó un molesto internauta.
Afortunadamente, la vida de Landis no sería triste para siempre, un refugio en Georgia, Atlanta, lo liberó de su jaula para que pudiera comenzar de nuevo y encontrar un hogar. Lo llevaron a un hospital de animales para que lo evaluaran, con la esperanza de que se pudiera hacer algo por su cuerpo encorvado y sus patas planas.
Landis permaneció en el refugio mientras era atendido por sus múltiples heridas físicas y emocionales. Aunque los refugios pueden ser entornos estresantes para muchos perros, fue un paraíso para Landis, en comparación con su vida tortuosa anterior.
Sin embargo, Landis necesitaba más apoyo del que podía recibir en Atlanta, así que el refugio contactó a Second Chance Rescue en la ciudad de Nueva York para obtener más ayuda y fue trasladado ahí para recibir tratamiento médico.
Asimismo, el perrito se sometió a una gran cantidad de sesiones de fisioterapia e hidroterapia para ayudar a enderezar su cuerpo, siempre manteniéndose lleno de alegría y optimismo.
A pesar de todo lo que ha vivido, Landis no dejó de ser dulce, le encantaba recibir atención y amor de todos los que le rodeaban.
“Pobre perrito, se merece el mejor de los hogares para que pueda olvidarse de todo lo que vivió. Ojalá que alguien meta en una jaula pequeña a sus antiguos humanos”, dijo un internauta.
Landis fue recuperando su salud y, cuando menos lo esperaba, la mejor de las noticias llegó: encontró un amoroso hogar con una cálida familia cerca de Cape Cod, en Massachusetts.
Está a minutos de la playa, donde puede correr en la arena, lo cual es genial para sus patas. También tiene un patio trasero cercado en el que puede jugar con sus dos hermanos de rescate.
Landis es una gran fuente de inspiración y tenacidad inquebrantable. Hagamos que ningún otro animal indefenso tenga que atravesar por una situación tan dramática como la suya. ¡Ellos merecen una vida feliz!
Volvió a ser feliz
Ningún animal merece sufrir tanto, afortunadamente Landis conoció la felicidad y tendrá la vida que siempre soñó. Comparte este emotivo rescate.