Anne Young es una fotógrafa que decidió pasar sus vacaciones en la región de Ubud, en Bali, Indonesia.
La mujer aficionada de la vida silvestre ansiaba con todas sus fuerzas poder capturar mágicos momentos de criaturas en su hábitat natural, cuando estaba visitando el Monkey Forest Park. Pero jamás imaginó de lo que sería testigo en cuestión de minutos…
Cuando vio que un par de monos estaban revoloteando y su comportamiento no era el habitual, supo que era momento de sacar la cámara. Pero no podía sospechar que se trataba del inicio de todo un plan organizado por los monos para llevarse a casa a un inocente gatito naranja.
Uno de los monos acunaba al pequeño minino como si se tratara de su propio bebé. Por su parte, al gatito naranja, del que no se sabe con exactitud su origen, parecía no importarle mucho.
El mono se asegura de mantenerlo presionado cerca de su pecho como si estuviera tratando de protegerlo, pero luego se puede ver que más bien se trata de una obstinada obesión del mono, y que en realidad al gatito naranja no se lo ve muy a gusto que digamos.
La escena era indudablemente tierna… A primera vista
De hecho, en un par de ocasiones, el minino intenta escapar, pero el mono se abalanza para tirando de su cola retenerlo a su lado.
No se presume que las intenciones de los macacos sean malas en lo absoluto, simplemente es parte de su juego y de su instinto natural de proteger a una criatura más pequeña e inocente, como si se tratara de un hijo.
Pero al fijarnos en el comportamiento del gatito, si bien no muestra agresividad, por momentos sí se puede notar su incomodidad.
Anne grabó las escenas porque se conmovió por la ternura de los macacos sin darse cuenta que en realidad el gatito podía estar en peligro
Otras imágenes posteriores muestran el momento en que los otros monos aceptan abiertamente al gatito cuando es finalmente traído a casa.
No queda claro si el minino fue abandonado por su madre o se trataba de un animalito callejero, pero el video no tardó en dar la vuelta al mundo y acumular una serie de reacciones divididas en las redes.
Algunos aseguran que el gatito estaba muy feliz junto a su nueva familia y que a pesar de la diferencia de especies, son escenas que sólo desprenden ternura y amor, siendo un verdadero ejemplo para los humanos, que muchas veces somos expertos en mirar por encima del hombro y tratar con discriminación a algunas personas.
Pero otros internautas cayeron en la cuenta de que, primeramente, el primate, al sentirse amenazado por las personas que estaban presentes, decidió esconder al gatito. Para muchos, fue una imprudencia acercarse tanto, ya que incluso pudo haberles atacado a ellos o al gatito.
Otros comentan que cómo es posible que la fotógrafa no se hubiera dado cuenta y que no hubiera acudido a alguna organización de rescate animal especializada para que pusieran a salvo al gatito.
Definitivamente, son escenas que nos enamoran. Y ante la naturaleza, a los humanos no nos queda más que ser simples espectadores y maravillarnos de su inocencia, su alma pura y de su instinto que no se equivoca. ¡Tenemos mucho que aprender!
¿Y tú, piensas que el gatito se encuentra en peligro, o por el contrario, encontró el amor verdadero junto a esta familia de primates que lo quieren como propio? Comparte tu opinión con tus amigos.