¿Has visto alguna vez una trampa para elefantes? Pues algunas de ellas son parecidas a las trampas de osos: un cepo dentado.
Estos artefactos han causado graves lesiones a los elefantes haciéndoles perder sus extremidades. Pero la trampa con la que se encontró Khanysia, una elefanta bebé albina, era de alambres afilados.
Khanysia tuvo que sufrir desde que nació la inhumanidad de los cazadores
La pobre se cortó desde el hocico hasta las orejas, parte de la cara y el cuello. Afortunadamente pudo ser rescatada y curada.
Varios días estuvo forcejeando la elefantita de cuatro meses en la trampa colocada por un cazador furtivo en las cercanías del Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica. En su desesperación por huir, se hizo serios daños.
Cuando unos socorristas por casualidad la hallaron, estaba muy deshidratada y tenía gusanos que le salían de las heridas. Los gusanos se comieron parte de sus mejillas, ocasionándole agujeros cerca de la boca. El animal fue llevado al Centro de Rehabilitación y Desarrollo de Elefantes Hoedspruit.
«Ella es como un bebé, una pequeña elefante albina, así que su cuidado es un poco diferente al de un elefante normal, especialmente cuando el sol está bastante fuerte», dijo Adine Roode, fundadora del centro.
No se sabe cómo Khanysia fue separada de su madre y de la manada. Aunque es común ver que en muchas ocasiones son rechazados por su propia especie.
«Debido al conflicto existente entre los humanos y los animales, estamos con huérfanos. Al seguir decreciendo la tierra y el hábitat, en el futuro veremos un aumento de elefantes huérfanos», dijo Roode.
Khanysia fue bautizada con ese nombre, que quiere decir Luz en el idioma tsonga, por Adine Roode en el centro de rehabilitación. La belleza de la elefanta es muy peculiar por ser albina.
Tiene ojos azules y la piel rosada. A ejemplares como ella también se les llama elefantes blancos, pero en realidad su piel es de un tono marrón rojizo pálido.
«Sus características le pueden producir problemas en la piel o ceguera debido a la exposición al sol. Además, deberá escapar de los depredadores que la verán con mayor facilidad y también del hombre, que intentará cazarla por su belleza exótica», comentó Adine Roode.
Los cazadores furtivos en el Parque Nacional Kruger causan la muerte de muchos elefantes y rinocerontes por la demanda de colmillos y cuernos respectivamente. Sin embargo, la cifra ha venido disminuyendo debido a los múltiples arrestos que se han hecho.
En poco más de un mes, Khanysia se recuperó de sus heridas y ya alcanza los 150 kilos de peso. Pasa la mayor parte del tiempo jugando en una piscina de lodo y con sus cuidadores.
Es una elefanta alegre que dejó atrás una experiencia amarga. Esperará a tener su mayoría de edad para ser liberada en una reserva natural privada, según la política del centro de rehabilitación.
Estos animales son tan hermosos que cuesta creer que alguien quiera atentar contra ellos, desafortunadamente, la codicia y la necesidad de sobrevivencia en algunos casos, supera cualquier valor humano. Afortunadamente Khanysia seguirá emanando luz gracias a sus ganas de vivir.
Comparte esta historia con final feliz con tus seres queridos y acuerda con ellos levantar la voz en contra de trampas y jaulas para animales, la libertad que la naturaleza les regaló es sagrada.