Cuando de mascotas se trata, los perros siempre han llevado la delantera en la preferencia entre los humanos. Pero algunos animales que no suelen ser domésticos por naturaleza, pueden llegar a ser igual de amorosos que los canes.
Tal es el caso de un tierno burrito que fue criado junto a tres pastores alemanes, y aprendió a comportarse como ellos.
Walter
Es normal ver un perro haciéndole cariño a sus humanos, moviendo su cola o lanzándose sobre ellos para expresar su afecto.
Pero cuando se trata de un burro, la cosa cambia. Comúnmente lo vemos como un animal poco sociable, y tal vez no muy capaz de transmitir afecto ni ternura.
Claro que para Brad Blake y su esposa, quienes viven en Oatman, Arizona, Estados Unidos, la realidad es otra. Cuando decidieron adoptar un pollino, después que su madre lo rechazara, muchas personas no lo vieron como algo normal, pensaron que tal vez no era la mejor idea.
Pero a la pareja no le importó y crió a su nueva mascota al lado de sus hermanos, tres pastores alemanes que de inmediato congeniaron con Walter, así le pusieron por nombre al animalito.
“Tenemos burros salvajes que deambulan por la ciudad (…) La mamá de Walter lo rechazó porque era demasiado joven (…) Tenemos tres pastores alemanes y todos quisieron al bebé Walter desde el primer día (…) Nos han ayudado a criarlo y enseñarle modales en la casa”, dijo Brad.
El proceso de asimilación a su nueva familia fue muy fácil y rápido; Walter aprendía todo lo que necesitaba con sus hermanos.
Brad Blake su esposa y linda hija con Walter
Se comportaba como si fuera otro perro, era uno más de la familia. Cuando Brad llega a la casa, Walter Sale a su encuentro moviendo la cola y abalanzándose sobre él con una alegría inmensa. Da gusto verlo acurrucado a lado de su padre humano en el sofá. ¡Más ternura imposible!
“Nunca imaginamos cuánto Walter cambiaría nuestras vidas para mejor”, expresó el feliz Brad.
Sin contar los ratos de juegos con sus hermanos caninos, corretean y juegan de lo lindo. No existe ninguna diferencia entre ellos, han asumido que hay cuatro perros en casa.
Y como si fuera poco, Walter participa en su comunidad prestando apoyo como burro de ayuda emocional, para las personas que necesiten de su ayuda.
Con su carisma y simpatía se ha ganado el cariño de su familia, y de las personas que lo conocen.
Los Blake han sido muy afortunados de tener a un animalito que es puro corazón y pelos, sus rebuznos alegran la casa, y llenan de felicidad los días de todos los miembros de la familia.
Comparte esta enternecedora historia con todos tus amigos y seres queridos, quizá alguno se anime a tener a un burrito como mascota y brindarle todo su amor.