Hay personas que todavía no tienen conciencia de que al encargarse de la vida de una mascota se adquiere un compromiso de cuidado y amor para siempre.
Y si algún día nos tocara separarnos definitivamente de nuestro amigo fiel, hay múltiples alternativas y refugios que los acogerían para protegerlos. Pero en Uruguay, una mujer decidió arrastrar hasta un poste a sus dos perritas y atarlas con un alambre porque ya no las quería.
El hecho fue denunciado por la ONG Amigos de los Animales, que tiene su centro de operaciones en Paysandú, Uruguay, y lleva más de diez años dedicada al rescate de animales desprotegidos.
La propietaria de las dos perritas hermanas no fue identificada, simplemente las arrastró hasta un sitio desolado y las ató cruelmente a un poste de luz.
El poste de luz donde amarraron a las perritas, un testigo ofreció sus declaraciones sobre el lamentable hecho
«Yo vi cuando la mujer se alejó y las abandonó amarradas al poste. Entonces me acerqué y les quité los alambres«, dijo José, un hombre que por casualidad pasaba por el lugar.
Según el relato de José, los animales se encontraban en un estado deplorable. Las perritas estaban mal alimentadas y con signos de maltrato físico. El buen hombre, después de desatarlas las llevó hasta un refugio donde fueron atendidas rápidamente por un veterinario para lograr su recuperación.
Las dos pequeñas de cuatro patas se encontraban muy asustadas
Recordemos que el maltrato hacia una mascotas se realiza de muchas maneras: desde el descuido en sus necesidades básicas como son la alimentación, la higiene y el abrigo, hasta mantenerlas en instalaciones inadecuadas o abandonarlas.
En el caso de las dos hermanitas, a su insensible dueña no le importó su vida, al amarrarlas con un alambre en un acto realmente inhumano.
Una de las voluntarias del refugio adonde fueron trasladadas las perritas comentó: «Cuando las vi me dio mucha tristeza su estado físico y emocional. Pero ya están fuera de peligro».
En el refugio las sanaron y las esterilizaron y una de ellas ya fue dada en adopción. Su hermana aún tendrá que esperar un poco para que también a ella le corresponda un hogar cálido donde la reciban amorosamente, y así olvidar la mala experiencia que vivieron.
A pesar de las innumerables campañas en defensa de los animales, todavía existen personas que adquieren una mascota y después pretenden desecharla como cualquier objeto viejo o por mero capricho.
Al abandonar a un animal lo exponemos a una muerte segura ya sea por enfermedad, violencia, envenenamiento o inanición.
Las conductas abusivas contra los animales domésticos constituyen en muchos países un delito que es penado por la ley. El castigo a los inconscientes puede ir de meses a un año de cárcel, según el código penal determinado.
Gracias a José, el buen samaritano, estas hermanitas lograron sobrevivir, pero cuántos hay que no corren con la misma suerte.
El caso de estas perritas nos recuerda la importancia de denunciar cualquier acto de maltrato que veamos. Ese gesto puede salvar la vida de los animales que son víctimas de negligencia, compártelo.