Tener un perrito en casa implica mucho más que ofrecerle un techo y darle comida, es un compromiso lleno de responsabilidad donde el amor debe reinar en cada momento.
Sin embargo, algunas personas olvidan que lo que tienen en casa es un ser vivo que padece y siente y lo abandonan por completo encadenándolo en el patio trasero de la casa, sin un lugar donde protegerse de la lluvia o del sol, mucho menos cubriendo las necesidades básicas como agua o comida.
El perrito estaba desnutrido y con el pelaje reseco.
Odie, era uno de esos perritos que por más de 7 años tuvo unos dueños insensibles que nunca le demostraron un gesto de cariño, por el contrario, lo dejaron encadenado logrando sobrevivir con algunas migajas que le lanzaban cuando se acordaban que en casa había un peludito que pedía a gritos atención.
Por suerte, un grupo de rescate se enteró del terrible estado en que se encontraba el perrito y lograron quitárselo al cruel dueño que solo deseaba la muerte para el indefenso peludito.
Fue necesario darle algunos antibióticos y una dieta llena de proteínas.
Odie fue trasladado a Vet Point donde recibió toda la atención médica que necesitaba. Su estado de salud era muy delicado, estaba cubierto de picaduras de garrapatas, muchos de sus dientes estaban podridos y tenía una grave sinusitis.
Al ser un perrito mayor sus rescatistas temían que no lograra encontrar una familia, no solo era un perro adulto sino enfermo, necesitaba constante atención, una familia que lo aceptara y estuviera dispuesto a cuidarlo a pesar de todo.
Odie disfruta acurrucarse en el sofá al lado de su nuevo padre.
Desafortunadamente, muchos perritos mayores quedan abandonados en los refugios sin la posibilidad de pasar sus años dorados al lado de una verdadera familia.
Sin embargo, el destino para Odie fue totalmente diferente, Sidewalk Specials se hizo responsable del perrito e hicieron todo lo posible para encontrarle una familia. Finalmente, una familia se enamoró del dulce perrito y se lo llevaron a casa.
Le encanta correr por la casa con una pelota que le obsequiaron.
Ahora Odie disfruta de las comodidades de un verdadero hogar al lado de otros perritos, su nueva familia ama los animalitos, en la granja tienen pollitos y caballos, todos se adaptaron rápidamente la pequeño miembro de la familia.
Odie no solo sanó sus heridas externas, logró recuperar la confianza y ser un perrito feliz.
Este adorable perrito tuvo la suerte de ser rescatado y pasar los años que le quedan de vida al lado de una familia que no vio solo un perrito mayor, sino un pequeño ser que necesitaba ser amado y ellos estaban en la disposición de ayudarlo.
Ahora es un perrito feliz y agradecido por esta segunda oportunidad que le han dado.
Odie nos ha demostrado que solo por ser un perrito mayor no lo hace menos digno de disfrutar de una familia amorosa. Deseamos más personas se motiven a adoptar un perrito adulto y estén en la disposición de regalarle los mejores y últimos años de la vida.
Comparte esta emotiva historia en tus redes y anímate a cambiarle la vida a un perrito mayor. Ellos solo quieren sentirse amados, en tus manos esta hacer la diferencia.