Durante años, los amantes de los animales han exigido que se terminen todo tipo de prácticas que les afecten, tanto física como emocionalmente.
Sin embargo, ni las corridas de toros ni las peleas de gallos han podido extinguirse debido a que se consideran actos culturales.
No obstante, en ocasiones son los propios animales, quienes cansados de soportar una vida entera llena de injusticias, deciden defenderse de los verdugos que tanto mal les han ocasionado.
Esto fue lo que hizo un frustrado gallo que se cansó de ser abusado por su humano, llamado Saripalli Chanavenkateshwaram Rao, un hombre de la india de 50 años de edad, para quien las peleas de gallos siempre formaron parte de su cultura.
No quería más dolor
Todo sucedió el pasado 15 de enero cuando Saripalli salió de su aldea Andhra Pradesh, en el sur de la India, junto a su lastimado gallo para participar en una competencia. Pero, el padre de tres hijos jamás imaginó que sería él quien perdería la batalla.
Ese fatídico día, el animal no estuvo dispuesto a dejarse utilizar como un simple objeto de diversión y opuso total resistencia, logrando liberarse a través de su maltrecho pico de su captor inconsciente.
El hombre terminó gravemente herido y fue trasladado de emergencia al hospital más cercano, pero ya era tarde, minutos después perdió la vida a causa de un derrame cerebral.
“Eso se llama karma instantáneo. Ojalá también suceda así a quien realice peleas clandestinas con perros, o dañe a cualquier animal”, comentó un internauta.
Las peleas de gallos son ilegales en la India desde 1960. Sin embargo, continúan siendo un problema en el país:
“Las sanciones son muy claras para las autoridades del distrito y del Estado, pero eligen no hacer nada al respecto.
Además de lucrarse con estos animales que no están hechos para pelear, se realizan apuestas y juegos de azar fraudulentos”, señala Gauri Maulekhi, miembro de la fundación People for Animals de la India.
Pese al fallecimiento del hombre, y los muchos animales heridos, la pelea de ese día continuó sin ninguna interrupción, como si nada hubiese sucedido, bajo total impunidad.
“No creo que la cultura tenga nada que ver con esto: es puramente un juego de dinero. Cuando las personas se ponen eufóricas, la razón y la lógica simplemente pasan a segundo plano, de tal manera que ni el bienestar del animal ni el bienestar de la gente son suficientes para detener las peleas clandestinas”, dijo Maulekhi.
Por el bien de las personas y, sobre todo, de los animales inocentes que pierden la vida de la manera más injusta, es necesario hacer un cambio de actitud para colocar el aprecio a la vida como el más grande de los valores. ¡Ya es tiempo de entender y modificar nuestras malas acciones!
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