A nadie le cae mal un baño de piscina para liberar el estrés y recargar energía, parece que este hipopótamo lo entendió muy bien, y decidió tomar un baño en la piscina familiar de Brent Reed después estar buscando el lugar perfecto para refrescarse.
Brent Reed, de 47 años, director de una compañía de safari, se sorprendió tras encontrar a uno de los animales más peligrosos de África dentro de su piscina en la víspera de año nuevo.
Brent nunca imaginó que durante las primeras horas el 31 de diciembre recibiría la visita inesperada de un hipopótamo de tres toneladas en el jardín trasero de su casa en Maun, Botswana.
El director publicó fotos de su hijo más pequeño, Troy de 11 años, y su amigo Kyle Steyn, de 15 años, mientras miraban al enorme visitante.
“Hubo una sequía durante casi todo el año y el río Thamalakane se secó, por lo que nuestra piscina fue probablemente el lugar más acogedor para refrescarse ya que nuestra casa está junto al lecho del río”, dijo Brent.
Nadie puede decir que no se sorprendería encontrar a un visitante tan inusual como este. Pero a Brent y su familia esa emoción inicial después se transformó en horas de trabajo.
Y es que este “gran” amigo de la vida silvestre no solo se refrescó en el agua limpia y fresca de la piscina, sino que también les dejó un “gran” regalo de año nuevo.
Este hipopótamo se tomó todo su tiempo para disfrutar de un día de piscina sin pedir permiso a nadie y antes de salir del agua para seguir su camino dejó 100 kilos de caca en la piscina.
Brent y su familia se vieron obligados a pescar la caca de la piscina de dos metros después de que el animal se fuera el 1 de enero.
El hipopótamo no sólo le cambió los planes a esta familia para disfrutar de la piscina durante lo víspera de año nuevo, se bañó, descansó, se refrescó y les ensució la piscina con un regalo indeseable.
Aunque siempre hay un peligro de agresión por parte de los hipopótamos cuando se sienten acorralados, este gran animal no mostró ningún signo de incomodidad o molestia.
Los hipopótamos tienen grandes mandíbulas con una fuerza devastadora, capaz de aplastar a los cocodrilos y, aunque son muy pesados pueden alcanzar velocidades de casi 20 mph en tierra, pero dentro del agua pueden sentirse amenazados.
Sin embargo, este hipopótamo permaneció tranquilo a pesar de la presencia de Brent y su familia.
Comparte esta divertida historia con tus amigos… creo que nadie quisiera recibir 100 kilos de un regalo como el que dejó el hipopótamo en la piscina.