Hay personas que están dispuestas a darlo todo por el bienestar de una mascota. La historia del pequeño Chouk comenzó en Quebec, Canadá, cuando el chiquitín fue encontrado solo y se supo que necesitaba de mucha ayuda.
Al principio creyeron que solo de trataba de un huerfanito más. No imaginaban que había mucho más detrás de su historia. Cuando fue llevado a una evaluación médica por parte de los profesionales del albergue, descubrieron que tenía una condición cardíaca grave.
Este chiquitín no se rindió, a pesar de tener un corazón muy frágil
De inmediato determinaron que la historia de Chouk sería más bien corta. Sin embargo, a pesar de los pronósticos desfavorables, los voluntarios que supieron de él no se rindieron. Lo primero que había que hacer era trasladar al chiquitín a un hogar de acogida, para que tuviera cuidados exclusivos.
A uno de los voluntarios de Chatons Orphelins Montréal no le importó viajar por carretera más de dos horas hasta Quebec con tal de encontrarse con el huerfanito en apuros. Fue amor a primera vista, quizás su corazón era frágil, pero su capacidad de transmitir amor era enorme.
En su nuevo hogar de acogida y con un tratamiento médico de por vida, el pequeño Chouk comenzó a prosperar. Quizás viviría menos tiempo que un gato en condiciones normales, pero eso no evitaría que los cuidadores lo amaran con locura.
Al ser tan tierno, tan dispuesto y tan inteligente, sus cuidadores comenzaron a preguntarse si el pequeñito estaría listo para ser colocado en una familia que no tuviera miedo de amarlo, a pesar del estado de su corazón.
Puede que este pequeñito no viva tanto como un gato normal, pero no dejará de dar todo su amor
Te sorprenderá saber que Chouk encontró una familia espléndida muy pronto. Estas personas estaban dispuestas a amar a este chiquillo tal cual es y se dedicarían, por completo, a cuidar de su salud por el tiempo que fuese necesario.
Chouk, que fue bautizado por su nueva familia como Noel, era un verdadero luchador y estaba dispuesto a demostrar que su corazón frágil no entorpecería su vida. Con la mejor disposición del mundo se adaptó a su nuevo hogar y a las personas que prometieron amarlo por siempre.
No para de ronronear, se alimenta muy bien, juega y está siempre de buen humor. Todo parece indicar que este pequeñín está dispuesto a sacar el máximo provecho a esta vida, el tiempo que tenga que durar.
A Noel le tomó muy poco tiempo encontrar el hogar perfecto. Con solo tres meses ya está en un hogar amoroso, seguro, en el cual puede ser todo lo feliz que un gatito soñaría con vivir.
Su familia lo ama y estarán junto a él hasta el último instante
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