Desafortunadamente, muchas veces los animales, humanos o no, nacemos con alguna discapacidad que, para vergüenza de todos los que no sufrimos de alguna condición de minusvalía, les convierte en seres rechazados y discriminados por la sociedad.
De hecho, a veces pareciera que los pocos atisbos de humanidad que nos quedan, poco a poco se nos pierden entre los dedos, como la arena. el caso de esta pequeña gatita bautizada como Toast, de apenas 3 kilogramos de peso, fue difundido por Tara Kay, fundadora del santuario Odd Cat.
Ubicado en la misteriosa ciudad de Salem, Massachusetts, Estados Unidos. La mujer tuvo información de un animalito que necesitaba urgentemente ser rescatado de su dilema, ya que se encontraba atrapado dentro de una construcción que se erigía en el centro de la ciudad, yaciendo sobre una pila de escombros, arena y rocas.
Pero además, la gatita nació con una anomalía cromosómica que la dejó con una sola fosa nasal, hecho por el cual seguramente fue dejada a su suerte como si de un objeto inservible se tratase. Sin embargo, lo cierto es que su sentido del olfato es muy fuerte y posee una extraordinaria visión.
De inmediato, la mujer se hizo presente en el sitio y, como pudo, tomó en sus brazos a la peludita y la alejó de su sufrimiento. Y es que el refugio no tenía los recursos necesarios para cuidar a la gatita, por lo que los compañeros de Tara tuvieron que rogarle por un poco de ayuda, ante lo cual, la mujer ni siquiera lo pensó dos veces.
“Supe que la encontraron en un sitio de construcción en una pila de rocas y arena. Me preguntaron si podía llevarla. Dije que, por supuesto, lo haría”, dijo Kay.
Hoy Toast pareciera ser la gatita más feliz, saludable y curiosa del mundo, jugando y saltando sobre las barbillas de sus humanos para acariciarlas, y compartiendo su amor inmenso por su extraordinaria rescatista y cuidadora, a quien le paga con la misma moneda de cariño, afecto y ronroneos.
“Ahora está segura y hasta malcriada, nunca tendrá otro día de tristeza. Ella es el alma más especial de la casa”, dijo la dueña del santuario que cuida a Toast.
La mayoría de los seres humanos consideran que los demás animales no deben ser respetados y su bienestar está en un segundo plano ante sus propias necesidades.
Esta es una actitud a todas luces injustificable, ya que no existe ninguna razón para discriminar a los demás y echarlos al olvido. Todos los seres vivos sienten dolor, alegría y tristeza por ello merecen ser tratados con respeto y amor.
Comparte esta bella historia de amor y entrega por y para los animales con tus amigos, familiares y seres queridos, ahora que el sueño de esta afortunada peludita de tener una vida digna, se ha hecho realidad.