Por lo general en la época de vacaciones los más chicos de la casa disfrutan de largas siestas y forman un gran lío a la hora de salir de la cama, aun cuando los padres motivan para salgan a tomar un poco de aire. Hay niños un poco flojos y perritos también, si no lo crees sólo espera conocer a Norman.
Aunque la Navidad ha llegado y con ella el frío, este amigo se resiste a dejar sus mantas y no piensa poner una pata fuera de casa.
Denise White es la responsable de este amigo tierno y juguetón pero bastante auténtico. Norman no hace nada que no le guste y por más que su madre le insista él nunca da su pata a torcer.
La familia sabe perfectamente que esconderse entre las mantas se convirtió en su actividad favorita durante estas vacaciones.
Sin embargo, como buena madre, Denise desea que su pequeño peludo disfrute de las bellezas de la vida. Por esa razón, recientemente perturbó su siesta para invitarlo a salir de casa y jugar en el jardín después de una gran tormenta de nieve.
Seguramente Denise pensó que podría hacer angelitos o jugar a la pelota con su consentido pero Norman tenía un plan muy diferente.
A penas la mujer abrió la puerta principal de la residencia, Norman huyó por la costa. Literalmente no quedó ni un rastro suyo, apenas una de sus huellas marcadas en la nieve como evidencia de haber hecho al menos el intento por salir.
El momento fue bastante divertido para Denise, quien no se esperaba esa actitud de su hijo peludo pues este suele ser bastante juguetón.
«Extendió una pata, me miró y RAN volvió a entrar y fue directamente al sofá», dijo White.
La familia estaba decidida a hacerlo abandonar su guarida y disfrutar de la naturaleza pero Norman no quería tocar la nieve por más que le insistieran.
Frente a esta situación el esposo de la Sra. White decidió intervenir y encontró una forma para lograr que el peludo jugara con ellos en el jardín. Tras horas de intentos fallidos, el hombre terminó por despejar la zona de nieve y sólo así Norman aceptó salir.
«No volvería a salir hasta que mi esposo despejara totalmente un camino con hielo derretido y no hubiera nieve tocando sus patas achaparradas», dijo White.
Parece que este pequeño es bastante decidido y sabe exactamente las cosas que desea alcanzar en su vida. Lo bueno es que tiene a un par de responsables humanos que la aman y están dispuestos a consentirle en cada capricho. Además lo conocen muy bien “Es tan tonto y travieso. Sin parar escondiéndose y tratando de comer productos de papel”.
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