Nuestras mascotas necesitan de nosotros tanto como nosotros de ellos. Si hay algo que define a nuestros animales domésticos es su ansia por jugar durante toda su vida. Gracias al juego, el cachorro aprende a vivir, a hallar su puesto en la jerarquía familiar y a comunicarse con sus humanos.
Sin embargo, desafortunadamente no todos los animalitos de compañía cuentan con un hogar que les dé la protección, el cobijo y el afecto que todo ser vivo sobre la faz de la tierra exige y necesita para su bienestar. Es por eso que, en los refugios para animales desplazados se hace lo imposible para que las mascotas se mantengan sanas y felices.
Las piñatas se llenaron con salchichas de pavo
Tal es el caso del refugio Lupis Animalista, un refugio mexicano que se dio a la tarea de celebrar la mejor Navidad con la que cualquier perrito podría soñar.
Su idea, una fiesta inolvidable con unas 6 piñatas colmadas de carne y salchichas, que hicieron de las delicias de estos afortunados peludos sin hogar.
Lupita, la fundadora, partiendo la piñata con uno de sus adorados canes
Cada una era por sí misma un verdadero manjar de dioses, ya que estaban rellenas con 7 kilogramos de carne, una tentación demasiado difícil de evitar para los canes, quienes luego de probar la primera piñata se abalanzaron desaforados sobre las restantes, con ganas de romperlas ellos mismos.
“Sin duda, fue una gran celebración, un manjar distinto al que suelen estar acostumbrados y todo gracias a las donaciones”, comentó uno de los empleados del refugio.
Además, cada uno de los comensales asistió debidamente vestido para la ocasión, luciendo un ceñido suéter rojo muy navideño, que resaltaba sus figuras y su encanto natural.
“Lo importante fue ver a los perros felices, escuchar los ladridos de alegría como debería ser siempre en un concurso para comer más salchichas”, agregó el cuidador del centro animalista.
En este ingenioso y desinteresado festival navideño, ninguno de los perros fue dejado por fuera. Todos participaron de un agasajo como pocos y, como siempre, no dejaron de demostrar su emoción y agradecimiento a estas personas que, con su empatía y amor hacia los animales, hacen más plácida la vida y le dan su verdadero sentido de ser vivida.
Los abuelitos también tuvieron su «perriposada»
En está época de darse a los demás, los refugios de todo el mundo han tratado de hacer diferentes actividades para demostrarle a sus huéspedes que la vida puede ser más amable con ellos; aunque algunos cibernautas no acogen muy bien estos programas y los critican severamente.
Los refugios para animales en situación de calle son sitios fundamentales para la manutención de estos seres que un día debieron abandonar sus hogares por una u otra razón.
Incluso los perritos huerfanitos tuvieron su propia celebración:
Su filosofía se centra en dar lo mejor de ellos mismos a cada uno de las mascotas que habitan en estos centros de adopción, a través de donaciones, pero, sobre todo, de un gran corazón.
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