Todos los perritos nacidos en este planeta azul deberían tener un hogar en donde depositar su amor y fidelidad y en el mismo recibir protección y respeto. Sin embargo, no siempre es así, algunas personas no los tratan como se merecen, y acaban siendo enviados al destierro de la calle, de la soledad y de la lucha diaria por sobrevivir un día a la vez.
Afortunadamente, aún hay gente como Peggy y Doug Combes, que demostraron, junto a dos perros de raza pitbull que nadie quería, que los ángeles no solo habitan en el Cielo.
Monkey, en el día 362 esperando ser adoptado en el refugio
Este matrimonio, oriundo de Arizona, Estados Unidos, se encargó de rescatar y darles una nueva oportunidad a estos dos animalitos desamparados; una vez que Monkey y Cookie se cruzaron en su camino, fue un amor a primera vista.
Y es que a estos perritos nadie los quería, y una vez que fueron dejados en el Refugio Arizona Animal Welfare League, una víspera de Navidad, ambos veían pasar los días y crecer su tristeza encerrados en una jaula, teniendo como único consuelo su entrañable amistad.
A punto de cumplir un año en el refugio, y preocupados por la situación de los animalitos, desde el lugar se comenzó a organizar una campaña a través de las redes sociales en apoyo a la adopción de los perritos. Desafortunadamente, no hubo suerte.
Su destino a permanecer sin un verdadero hogar, parecía sellado para siempre.
Sin embargo, en el día 363 de su larga espera, la tristeza terminó y se dio el encuentro entre la pareja y ambos cuadrúpedos, uno que sería el definitivo.
“Entramos, caminamos y había muchas jaulas vacías, y pasamos por esta y pensé: ‘hombre, él es lindo’”, contó Peggy.
Ni Peggy ni Doug tenían idea del tiempo que los perritos llevaban esperando por ser adoptados. Tampoco sabían que los dos canes que tenían la intención de llevarse consigo, eran también los mejores amigos, y que su futuro sería vivir juntos para siempre con una nueva y hermosa familia.
“Ambos tenían rostros simpáticos, ya sabes. Es fácil ver en los ojos de un perro si son malhumorados o amables. Luego nos dijeron que estos eran los dos perros que nadie miraba y que ignoraban”, dijo Doug.
Y fue así como el milagro de la Navidad trajo a estas dulces mascotas y a este matrimonio de gran corazón el mejor regalo de sus vidas.
Cookie y Monkey llegaron a una casa llena de amor, y los Combes consiguieron al mejor par de perros como mascotas para amar y recibir de ellas todo el amor, la lealtad y el afecto que solo los mejores amigos del hombre saben dar.
Publiée par Adopted Monkey AAWL sur Samedi 21 décembre 2019
Cookie y Monkey son dos de los 99 perros y gatos que fueron adoptados por el Arizona Animal Welfare League durante el fin de semana previo a Navidad.
Hoy, en el hogar de los Combes, se respira un aire de armonía, convivencia y sobretodo amor, la verdad es que todos lucen realmente felices.
Comparte esta hermosa historia con tus familiares, amigos y seres queridos y recuerda que, en estas fiestas, lo importante es cultivar el amor y la unión familiar y no las cosas materiales.