Los oficiales de policía están acostumbrados a lidiar diariamente contra malhechores y situaciones peligrosas. Por esa razón, una llamada de emergencia para tratar un robo no parecía nada de fuera de lo común para Adkins y Hilliard, miembros del Departamento de Arlington en Texas. Sin embargo, ellos no se imaginarían lo que el destino les tenía preparado.
Adkins y Hilliard no sólo evitaron un intento de hurto en una tienda, sino que salvaron la vida de dos inocentes gatitos.
Después de haber resuelto la emergencia en una tienda local, los policías se dirigían a su patrulla cuando una mujer dentro de un automóvil se detuvo para pedirles ayuda. Estaba intranquila con unos maullidos provenientes de su automóvil y no sabía qué hacer.
Adkins se lanzó al suelo para investigar y vio a dos esponjosos gatitos atrapados en el parachoques del automóvil.
La mujer no los quería lastimar, así que les insistió a los oficiales y estos ya estaban decididos a resolver la situación. Por fortuna, la empresa no fue tan complicada y los felinos pudieron ser liberados sin ningún tipo de lesión.
La dueña del automóvil no quería lastimarlos pero tampoco estaba entre sus planes quedarse con ellos, lo cual no fue un problema para los protectores de la ley que habían quedado flechados con los pequeños.
Los gatitos era muy pequeños, de apenas unas 6 semanas de nacidos así que supieron cómo robarse el corazón de estos oficiales.
Por lo general, ante estas situaciones los animalitos son llevados a algún refugio pero el oficial Adkins decidió que él se convertiría en su nuevo protector y decidió llevarlos consigo a casa para alimentarlos.
Procurando lo mejor para las criaturas, Adkins los llevó a un centro veterinario para que un profesional chequeara la salud de cada gatito.
El médico quedó impresionado por el buen estado de los felinos, a pesar de haber pasado su corta vida en las calles.
Después de la consulta, los gatitos estaban listos para iniciar una nueva vida con su amoroso y protector padre. El oficial Adkins estaba contento con su decisión y además confirmó que sus nuevos amigos iban a llamarse «TJ» y «Max», con este acto quedó formalmente sellada la adopción y lo que consistía en una llamada por hurto terminó por generar un gran acto de solidaridad.
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