Una madre es capaz de arriesgar hasta su vida por su hijo cuando está en peligro, y eso se extiende a los animales. Así ocurrió en Zimbabwe, cuando una elefanta perdió los estribos ante una manada de leonas que estaban a punto de devorar a su cría.
Kevin Dooley es un fotógrafo que se encontraba en el Parque Nacional Mana Pools grabando con su cámara a una leona que intentaba cazar un jabalí. En ese preciso momento apareció un distraído elefantito bebé, que se había apartado traviesamente de su manada, sin imaginar el grave peligro que corría.
El fotógrafo fue testigo de cómo el pequeño paquidermo comenzó a perseguir al jabalí, sin tener idea de que las leonas estaban al asecho. Rápidamente las depredadoras se acercaron al elefantito, saltaron sobre su espalda, lo lanzaron al suelo, y se montaron sobre él para dejarlo sin movilidad.
“Una de las leonas estaba embarazada y necesitaba mucha comida”, dijo el fotógrafo.
Dooley logró captar la furiosa entrada de la madre para defender a su hijo de las leonas
En realidad, para un león matar un elefante es un trabajo arduo por su gran tamaño. Prefieren presas más pequeñas y fáciles de atrapar, pero un elefante bebé si está dentro de su rango de opciones, especialmente si los leones están famélicos, mala noticia para el bebé elefante.
Pero el animalito empezó a gritar con toda la fuerza que pudo y de inmediato, se acercó un elefante joven, hermano del que estaba inmovilizado para intentar salvarlo.
Sin embargo, las leonas seguían firmes y no soltaban al bebé, el hermano se rindió y tuvo que marcharse muy asustado lo que no sabían las depredadoras, era que la madre del elefantito venía en camino enfurecida, dispuesta a rescatar a su cría, y detrás de ella su manada
El grito de ira de la madre elefanta retumbó el ambiente, llegó arrojando polvo al aire por lo que una de las leonas se asustó y soltó a la presa de inmediato.
La otra no se rendía tan fácil y comenzó a gruñirle a la enojada madre pero la elefanta estaba consciente de su superioridad e insistió, y la leona tuvo que ceder y dejar tranquilo al animalito.
Cuando quedaron solos, la madre tomó a su cría con su trompa, lo olía y revisaba como examinándolo para asegurarse de que estaba bien. Las leonas se dirigieron hacia los arbustos, pero la manada de seis o siete elefantes que venía acompañando a la madre, las sacó de allí, y tuvieron que salir huyendo despavoridas.
El fotógrafo estaba en un dilema en cuanto a lo que estaba ocurriendo, por un lado, las leonas necesitaban comer sino podían morir, especialmente la que estaba embarazada, pero también el elefantito no merecía morir.
“Al principio, antes de que llegara la madre, estaba algo triste, pero entendí que las leonas deben comer. Una vez que vi a la madre elefanta encargarse de las leonas, supe que no tenían oportunidad”, comentó Dooley.
La madre no se daría por vencida para salvar a su cría y lo consiguió finalmente
Ante los hechos que ocurren dentro de la cadena alimenticia es claro que no debemos intervenir, debemos respetar el flujo natural de la vida salvaje, sin embargo no dejamos de sentir empatía con una adorable cría de cualquier animal, cuando ésta será la cena de algún hambriento carnívoro.
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