Los perritos callejeros son esos pequeños seres que cada día se enfrentan a diferentes retos, encontrar comida, un lugar seguro donde descansar, evitar los monstruos que solo quieren perjudicarlos aún más y seguir con la ilusión de encontrar a alguien que realmente los quiera a pesar de como luzcan.
Muchos de los perritos en condiciones de calles tuvieron unos dueños irresponsables que vieron como única opción sacarlos de la casa como quien sacude el polvo de un mueble viejo.
Un pastor alemán de avanzada edad tuvo los peores dueños que le pudieron haber tocado
Esto fue lo que paso a Grizzly, un perrito con un delicado estado de salud que tuvo unos dueños que nunca se preocuparon por él. Grizzly sufre de espondilosis, una condición degenerativa de la columna vertebral.
También padece artritis, algo que con su avanzada edad empeora cada día. Sus dueños nunca hicieron nada para aplacar el dolor del perrito y buscar ayuda médica. Un día simplemente decidieron abandonarlo en el parque.
Grizzly tenía algunas infecciones en el oído.
Como todo perrito fiel, el dulce Grizzly pasaba días enteros esperando que sus dueños regresaran, en ocasiones se les acercaba a algunos visitantes del parque para pedirle comida y quizá un poco de cariño.
Con el paso del tiempo el perrito comprendió que sus dueños nunca regresarían y encontró refugio en un pila de basura, ahí pasaba sus días sufriendo miserablemente por tanto dolor.
El perrito estaba todo enmarañado y con notables síntomas de desnutrición.
Por fortuna, un equipo de rescate se enteró de la triste historia del Grizzly y fueron a su encuentro. Hope For Paws fueron esos ángeles que se encargaron de cambiarle la vida a un inocente perrito.
Cuando el perrito los vio llegar no puso ninguna resistencia, por el contrario, saltó de felicidad como si supiera que la ayuda había llegado. Los rescatistas descubrieron que el perrito no tenía microchip y necesitaba ayuda médica de emergencia.
Tuvo un largo proceso de recuperación.
Para Grizzly no fue nada sencillo enfrentar un largo tratamiento, tenía algunas heridas infectadas que necesitaban atención constante y ser combatida con fuertes antibióticos. Si bien su problema de columna es irreversible combatieron todas sus infecciones.
Después de tanto tiempo en la calle fue necesario un buen baño con el que lograron cambiar por completo su apariencia. Ahora el adorable peludito tiene una hermosa sonrisa cada vez que está en compañía de sus cuidadores.
Grizzly es un perro adulto pero aún tiene mucha energía.
Grizzly es un hermoso perrito feliz y educado que necesita un hogar donde pasar sus años dorados. Después de tanto padecer lo menos que necesita es un lugar tranquilo donde descansar mientras recibe las caricias de una persona que lo ame incondicionalmente.
Ayudémoslo a encontrarle un verdadero hogar para siempre y corramos la vos compartiendo esta nota en tus redes.