Hay perritos de la calle que son capaces de robarse nuestro corazón en un instante. Rubio era uno de ellos, vivía en una gasolinera de Mar del Tuyú, en Argentina. Recibía comida de los empleados, era tan cariñoso y feliz que todos en la zona lo querían mucho. Siempre recibía a los vecinos de muy buen humor y nunca paraba de mover su colita. Por desgracia, alguien sin corazón acabó con su vida.
“Nunca te olvidaremos, Rubio. Eras un ángel”.
Un testigo asegura que alguien quiso acariciarlo y Rubio lo intentó morder porque no le inspiraba confianza. El hombre decidió vengarse y lo ató a su automóvil para acabar con él de la manera más dolorosa posible. Horas después encontraron el cuerpo del perrito sin vida. Todos los que conocían a Rubio quedaron con el corazón roto. Era hora de exigir justicia por quien era un miembro más de la comunidad.
“Venía haciendo zigzag todo el camino”.
Decenas de personas se unieron en protestas para pedir justicia. Incluso se dirigieron a la casa de Adrián Rodríguez, el principal sospechoso de un acto tan deplorable. Desde entonces, los vecinos no han descansado y hoy honran su memoria con una hermosa estatua que busca inmortalizar lo mucho que este perrito ha significado en Argentina y en el mundo entero.
“En memoria de Rubio quien, con su triste partida, unió al mundo convirtiéndose en un pilar contra los tratos injustos a los animales”.
La partida de este dulce perrito ha cambiado para siempre la vida de esa comunidad. Todo fue tan brusco e injusto que no descansarán hasta conseguir que se haga justicia. Después de todo, era capaz de alegrar el día de todos los que se cruzaran en su camino con un simple beso.
“Este caso no puede quedar impune. Era un perrito inocente. Hay humanos que no merecen estar en este mundo”.
Por los momentos, el sospechoso ha sido citado ante los tribunales para responder por sus actos. Se trata de un largo proceso pero esperamos que se llegue al fondo del asunto y reciba una condena apropiada por haber acabado con la vida de un ser inocente de una manera tan brutal.
Adrián Rodríguez tiene un negocio de pesca en la zona.
Rubio era un perrito querido por todos y ni él ni ningún ser vivo merecen sufrir algo tan doloroso e inhumano.
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