Si alguna vez sufrimos una herida y nos encontramos en un desesperado intento de pedir ayuda, lo último que nos gustaría es sentir que llegan decenas de turistas para rodearnos y tomarse fotos con nosotros. Lamentablemente, esto fue precisamente lo que hicieron con un una pobre foca bebé que se encontraba luchando por su vida.
La foca fue hallada en la playa de Dorset, en Inglaterra.
Se trataba de una foca pequeña y de color gris. La pequeña salió del mar y se veía notoriamente herida. Al parecer un hilo de pesca se había atascado en una de sus aletas y había hecho un corte muy profundo. El problema era tan grave que la herida llegaba hasta sus huesos. Sin embargo, cuando los turistas la notaron decidieron que sólo querían tomarse fotos con ella.
“Le tomaron fotos y la rodearon de tal manera que decidió huir”.
La pequeña se asustó y regresó al mar. Horas después, volvió a salir y se mostró mucho más aliviada, ya que a esa hora no había tantos turistas. Por suerte, en esa ocasión se encontró con alguien que supo qué hacer: llamar a RSPCA. Darek Davey, un experto en vida silvestre, acudió de inmediato y se encargó de cuidar a la foca durante las primeras horas y luego fue trasladada al centro West Hatch donde la cuidó el personal de la Fundación.
Se notaba que la foca no había comida en mucho tiempo.
Cuidaron sus heridas pero fue demasiado tarde. La herida en su aleta había avanzado y se encontraba infectada. El daño que le causó el hilo de pescar fue fatal y los expertos aseguraron que es muy poco probable que la pequeña se hubiese salvado incluso habiendo recibido ayuda antes.
La infección de la aleta avanzó hasta llegar a contaminar el hueso de la foca.
Sin embargo, la reacción de los turistas y la manera en que la hicieron regresar al mar no hicieron más que prolongar su dolor.
“Fue una suerte que regresara. El resultado probablemente habría sido el mismo pero tuvo que pasar por mucho más dolor al verse obligada al regresar al mar”.
Levantamos la voz en contra de la injusta manera en que esta foca bebé perdió la vida. Cada vez que nos encontremos con un animal en apuros debemos buscar a algún experto. Son seres vivos que merecen el mejor de los tratos y no una fuente de entretenimiento para tomarnos selfis.
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