Cuando tenemos una mascota es normal que la llevemos al veterinario para realizarle algunos exámenes de rutina, lo que no es normal es que esa visita termine con el dolor más grande que cualquier amante de los perritos se pueda imaginar. José Figueroa es una amante de los perritos, ama tanto a su mascota como nada en esta vida, un Dachshund de tan solo 7 meses de edad.
Blue es el nombre del peludito.
José decidió llevar al pequeño Blue a un veterinario en la clínica de mascota de compañía en Beaverton, Oregon. Sin embargo, nunca imaginó que esa sería el último chequeo médico de su perrito.
El hombre comenta que al llegar a la clínica puso a su perrito sobre la mesa mientras el doctor, a quien llama Koller, agarró al pequeño Blue de la boca y lo comenzó a presionar muy fuerte.
José llevó a su perrito al Beaverton Companion Pet Clinic.
Como si fuera poco, el veterinario comienza a presionar el estómago del perrito mientras éste, confundido y adolorido, intenta escapar en vano. Figueroa comenta que el doctor levantó a su perrito de la mesa sujetándolo por la boca y tratándolo como si se tratara de un objeto viejo.
El dueño del perrito no entendía la reacción del doctor, por lo que tomó a su mascota y se marchó a otra clínica de emergencia.
Es posible que éste no sea el primer caso donde un perrito muere en manos del Dr. Koller.
Lamentablemente, el perrito no resistió el trato injustificado del veterinario y murió al día siguiente. Figueroa procedió legalmente y logró que arrestaran al Dr. Daniel God Koeller, quien ya había sido acusado de maltratar a los animales.
Afortunadamente, el jurado del condado de Washington le imputó dos cargos de abuso animal agravado y dos cargos de abuso animal de primer grado.
Desde el 2008 este hombre ha perjudicado a muchos animalitos.
El expediente de Dr. Koeller deja claro su mala praxis médica, en el 2008 su licencia fue revocada después de un presunto abuso de drogas que lo hicieron quedarse dormido durante una cirugía.
En el 2018 fue multado por 1.500 dólares por no determinar el sexo de un gatito e intentar esterilizarlo.
Koller perdió su licencia como veterinario.
La policía de Beaverton aún tiene la investigación abierta, está solicitando a todas las personas que llevaron a sus mascotas al centro clínico del Koller y pudieron haber sido perjudicadas, contactarse con ellos para sumarle más cargos a este ser insensible.
Lamentamos que un hombre haya perdido su mascota. Afortunadamente, al responsable le caerá todo el peso de la ley y muchos perritos podrán estar a salvo.
Por favor, comparte esta historia con tus familiares o amigos y no dejes de denunciar si observas alguna causa injusta que afecta directamente a nuestros animalitos.