Un gatito de la calle se escondió de las personas que querían sacarlo de las condiciones en que vivía. Cuando ya se daban por vencidos, un animal que representaba peligro mortal para él, terminó sin pensarlo, ayudando a su rescate.
Anely, de Los Ángeles, California, fue la mujer que vio al felino de color atigrado que andaba peligrosamente por la calle entre mucho tráfico.
Ella ideó la forma de rescatarlo, pero cuando hacia lo posible por acercársele, el perro de un vecino lo ahuyentó. La mujer puso una lata abierta de comida y esperó que regresara, pero no apareció. Por eso, buscó ayuda con una comunidad de rescate en Facebook.
Katrina Andersen, y su novio fueron los rescatistas que se ofrecieron para dedicarse a la búsqueda.
El gatito tenía miedo he hizo más difícil su rescate de lo normal
«Estábamos a solo 20 minutos de distancia, así que tomamos una trampa (humana) y algo de comida de pescado y nos dirigimos al sitio», dijo la rescatista.
Las horas pasaban y nada sabían del gatito, ya se disponían a marcharse para regresar otro día, y sucedió lo inesperado.
Un mapache apareció detrás del asustado gatito, quien salió de su escondite para evitar que su perseguidor lo alcanzara.
«De repente, vimos al gatito corriendo a toda velocidad hacia la calle con un mapache detrás de él, y nuestros corazones casi se detuvieron cuando corrió hacia la calle principal con tráfico», comentó Katrina.
Lo desviaron hacia unos arbustos y ahuyentaron al mapache. Ahora tenían que actuar con cuidado, colocaron la trampa cerca del escondite del minino y esperaron. El olor a atún que pusieron en la trampa lo atrajo, la reja cayó y pudieron rescatarlo.
El animalito había permanecido tanto tiempo en la calle, que no sabía relacionarse con los humanos.
Los primeros días estaba muy incómodo, no hacía más que gruñir, no sabía usar la cajita de arena, tampoco tenía microchip.
La rescatista estuvo siempre a su lado hasta que lo vio comer abundantemente y después se durmió.
«Pasé los siguientes días y noches allí con él y lo distraje con juguetes», dijo Katrina.
A los dos días, empezó a dar señales de mejoría, se dejaba acariciar, y al poco tiempo comenzó a frotarse contra la mano de su cuidadora, se daba vueltas para que le frotara la barriguita.
Fue incluido en un programa de acogida, por la organización nacional de bienestar animal, ASPCA Los Ángeles, para seguir con su proceso de socialización y así optar por un hogar en adopción.
Todo el amor recibido lo transformó, aprendió a confiar en los humanos, es amoroso, le encanta que lo abracen, y se acurruca con Katrina quien le puso por nombre Butters.
«Actualmente se está buscando un hogar definitivo tan pronto como haya recibido el resto de sus vacunas y cirugía de castración en un par de semanas«, explicó Katrina.
Fue una suerte para Butters que un mapache haya permitido que lo rescataran, a partir de allí su vida cambió para bien.
Ahora Butters espera un hogar definitivo
Dicen que si sucede conviene y afortunadamente para Butters la persecución que llevo a cabo el sr mapache, le permitió tener una oportunidad de vivir. ¡Muchas cosas buenas esperan por ti, minino!
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