Las jirafas son animalitos hermosos como asombrosos. En su hábitat salvaje viven menos que en cautiverio, porque están expuestas a depredadores. Sin embargo, una jirafa de 12 años en Cincinnati, corrió la peor de las suertes después de haberle realizado un tratamiento en sus pezuñas.
Kimba era la única jirafa macho que tenía el Zoológico de Cincinnati, llegó en 2008 desde el zoológico Roger Williams Park en Providence, Rhode Island, donde dejó una cría de 3 años llamada Cora.
Era muy querido por todos
También era padre de otras seis jirafas, una que nació el verano pasado, y la séptima que está por llegar.
El animal tenía doce años, y medía algo más de cinco metros, pero venia presentando problemas para movilizarse. En ocasiones cojeaba y no podía caminar fácilmente.
«Kimba comenzó episodios intermitentes de cojera el verano pasado, que hemos estado manejando con terapia con láser y medicamentos, que mitigan los síntomas», informó Christina Gorsuch, empleada del zoológico.
Después de haberle realizado la debida evaluación médica, decidieron practicarle un procedimiento quirúrgico en sus pezuñas.
Sus pequeños lo extrañarán
El especialista en pie de jirafa Steve Foxworth le dio a Kimba un corte de casco para solventar los problemas de movilidad que había estado experimentando durante varios meses.
El equipo de Observadores Voluntarios del Zoológico estaba revisando y supervisando el establo donde se encuentran las jirafas, y se dieron cuenta de que algo le pasaba a Kimba.
Steve Foxworth haciéndole a Kimba un corte de casco
A eso de la 1 de la madrugada, el animalito colapsó y cayó al suelo, todos se dedicaron a atenderlo, pero ya nada había por hacer, la jirafa macho murió. El personal del Zoológico con mucha tristeza comunicó la noticia en su página web.
«Estamos muy tristes de tener que anunciar que nuestra amada jirafa macho Kimba falleció temprano esta mañana. El equipo de jirafas está devastado», publicó el zoológico.
De acuerdo a lo que informaron los representantes del establecimiento, hubo algunas complicaciones posteriores a la cirugía.
«Él había estado lidiando con el dolor relacionado con la cojera crónica desde el verano pasado, y estábamos deseando que se sintiera mejor después de que tuvo un procedimiento exitoso la semana pasada para arreglar sus pezuñas. Desafortunadamente, hubo complicaciones después del mismo. Sabremos más, después de que los veterinarios completen una necropsia”, agregó la mujer.
Los usuarios de las redes sociales se conmovieron con lo sucedido y manifestaron su pesar.
“Qué cosa tan triste, las jirafas son animales únicos y muy especiales”, dijo un usuario.
Algunos se mostraban contrariados, de acuerdo a su criterio, no tenían que haberle hecho nada al animal.
“Deberían haber dejado sus pezuñas en paz, Kimba todavía estaría vivo, además, la jirafa no estaba en su hábitat natural”, argumentó el usuario.
Lo único cierto es que ya Kimba no está, quedan sus crías que deben crecer sanas. Aunque no estaría demás hacer averiguaciones profundas sobre el caso a manera de prevención.
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