Los perros de servicios son animales entrenados para salvar,incluso, la vida de la persona discapacitada a la que cuidan. Legalmente tienen el derecho de entrar con su humano a cualquier espacio público. Sin embargo, a un hombre en un restaurant en Pittsburgh se le negó el acceso sin ninguna justificación.
Kris Jones es un veterano de combate que se enroló en los Marines después de los ataques del 11 de septiembre. Tiene un perro de servicio, un pastor holandés llamado Chopper que lo acompaña a todas partes donde va, debido al trastorno de estrés postraumático que padece.
Fue diagnosticado después de haber sido herido en combate por una granada propulsada por un cohete en Irak en 2003.Un día Kris fue con un compañero y Chopper, al restaurante The Huddle, un bar ubicado en el vecindario Beechview, pero se le negó la entrada porque iba con su mascota.
«Él es muy importante para mí. Definitivamente es mi salvavidas», dijo el veterano.
El dueño del local estaba renuente a dejar pasar al hombre con el perro. Y no hubo ningún argumento que lograra convencerlo de dejarlos pasar.
«Me hace sentir seguro. Muchos veteranos, no queremos estar solos, cuando vamos a un lugar público o a un restaurante, puede ser bastante estresante», aseguró Kris.
Kris reconoció que en ese momento su can no llevaba puesto el chaleco que corresponde, en virtud de la labor que cumple, pero sí tenía un collar con su identificación en el cuello.
El hombre reclama que en ningún momento se le dio la oportunidad de mostrar la documentación que acredita a Chopper, a ser admitido como su acompañante en cualquier lugar como perro de servicio.
Después de todo, Peter Wagner, el dueño del restaurant, tuvo que reconocer el error que había cometido.
“Nuestro negocio a menudo acomoda perros de servicio, pero no nos dimos cuenta de que Chopper era uno de ellos, porque el restaurante estaba abarrotado la noche en que Jones entró, debido a un juego de los Steelers”, aseguró Wagner.
Con la experiencia vivida en el local, Kris hace un llamado no solo a propietarios de establecimientos comerciales, sino también a las personas en general, para que lo sucedido sea una lección aprendida.
Es importante que entiendan la realidad que viven los veteranos y las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático.
«Quiero que los dueños de negocios, personas, en todas partes, niños, en todas partes sepan que el trastorno de estrés postraumático es una gran cosa», dijo el preocupado veterano.
Les explica con mucha sencillez lo que viven estos profesionales cuando regresan de sus misiones.
«Muchos veteranos vuelven a casa, y la gente puede verlos bien por fuera, pero no saben lo que está sucediendo en su interior», continuó Kris.
Foto de Kris Jones
Las razones que aduce Kris están justificadas. ¡Es importante que cosas como estas no se repitan! Son personas que requieren de todo nuestro apoyo y comprensión.
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