Todos sabemos que no hay nada más delicado para una madre que se metan con sus hijos, en el mundo animal o humano, siempre buscarán proteger a sus pequeñas criaturas. Por eso cuando Patches, una madre bulldog, dio a luz a su único hijo, Elvis, actuó como toda una madre protectora.
El labio leporino es en sí una malformación del labio o estructuras de paladar.
Elvis, a diferencia de muchos otros perritos nació con una marca en su rostro que hace que muchas personas se burlen o le teman constantemente.
El perrito nació con labio leporino, un defecto congénito que aparece durante el desarrollo embriónico y se hace más notable a medida que el perrito crece.
Puede definirse como un problema genético o del desarrollo.
Desde luego que Patches no podía dejar que su pequeño se intimidara por lucir diferente a los demás, por lo que cada día hace un esfuerzo extra para asegurarse que su cría esté creciendo bien.
Patches, como toda madre, ayuda a su hijo con lecciones de crianza, lo ayuda a socializar y a perder el miedo.
Es posible corregirlo mediante cirugía pero es aconsejable realizarla a los 4 o 5 meses de edad.
Todo este proceso parece demasiado desafiante para el pequeño Elvis, por lo que decide armar algunas rabietas, e incluso ponerse en actitud desafiante formando un gran berrinche que ante los espectadores puede parecer muy hilarante.
Elvis y mamá Patches tienen una relación de retos pero al final siempre gana el amor.
El pequeño le gruñe retando a su madre cada vez que intenta guiarlo, sabemos que educar no es nada fácil por lo que mamá Patches mantiene el equilibrio y trata de hacer entrar en razón a su bebé.
Pero todos sabemos que los berrinches de las crías pueden ser imparables y más, si saben que son los consentidos de la casa. Elvis sabe muy bien cómo convencer a su madre y a todos los miembros de la familia por lo que tarde o temprano termina saliéndose con la suya.
Los cachorros con labio leporino tienen dificultad para comer y beber.
Después de que Elvis se ha desahogado lo suficiente se dirige a Patches y hace las paces. Finalmente se acurruca entre en su cuello y la paciente madre comienza a jugar con su rebelde cría.
Esta hermosa pareja es sin duda, la más tierna relación de una madre y su bebé. Estamos seguros que el pequeño Elvis seguirá los pasos de mamá Patches y será todo un guerrero.
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