¿A quién no le encantan los perros?, son criaturas hermosas que nos alegran la vida. Una ancianita en China lo sabe, y fue a una tienda de mascotas dispuesta a comprar una raza que le gustaba demasiado. Pero a los pocos días se llevó la sorpresa de su vida, cuando se dio cuenta realmente de qué había comprado.
Una mujer conocida como Wang de la ciudad de Jinzhong, provincia de Sanxi en China le encantan los perritos de raza spitz japonés. Fue a una tienda de mascotas y encontró uno que de inmediato la cautivó, pagó 190 dólares por el animalito y se fue muy contenta a su casa.
Cuando pasaron tres meses se dio cuenta de ciertas cosas que le parecían muy extrañas, no ladraba, se negaba a alimentarse con comida para perros y desarrolló un gusto por las frutas y el pollo. También llamaba la atención la forma de relacionarse cuando lo sacaba de paseo.
“El pelaje se hizo más grueso cuando llegó a los tres meses de edad. Su cara se volvió puntiaguda y su cola se hizo más larga que la de un perro normal”, comentó la mujer.
El pequeño animalito comenzó a tener rasgos distintos a los de un perro
“Otros perros domésticos parecían estar asustados por mi mascota, así que lo paseaba con una correa”, agregó Wang.
Algo no estaba bien, no podía seguir con tanta incertidumbre y se dirigió con su animalito al veterinario del zoológico de Taiyuan para aclarar sus dudas, llegó a pensar si no estaría enfermo.
El experto en animales Sun Letian revisó al can, le aclaró dos cosas de su mascota que ella no sabía: era hembra, y no era un perro sino un zorro.
“Según el tamaño, es un zorro domesticado. Lleva un olor en el cuerpo y el olor puede hacerse más fuerte a medida que envejece”, le dijo Letian.
A Wang No le quedó otra alternativa que dejarlo en el zoológico, lo pusieron en cuarentena, para ayudarlo a adaptarse a vivir con los otros cachorros de su especie.
Sin embargo, a pesar de la separación entre la madre y el zorro, el amor de la mujer hacia el animalito no cambió, lo visita frecuentemente y le da todo su cariño.
Cuando Wang lo visita en el zoológico donde ahora vive el zorro reconocen perfectamente a su mamá humana
En China existen muchos vendedores de mascotas que timan a las personas vendiéndole animales de esta manera, por el afán desmedido de hacer dinero, y valiéndose del vacío legal que existe en esa materia.
A esta mujer no le importa si no es un perro, el amor que le prodiga cuando lo visita, los besos y caricias que le da, son prueba de los hermosos sentimientos que tiene para los animales.
Lo ocurrido a Wang es una gran enseñanza para todos. A pesar de darle todo el amor, se trata de un animal no domestico, en cualquier momento pudiera sacar a relucir su verdadero instinto.
Comparte esta interesante y aleccionadora historia con todos tus amigos y conocidos. Y recuerda siempre que hay muchos perritos esperando ser adoptados.