Un técnico de emergencias médicas en Burlington, Carolina del Norte, nunca imaginó que podría salvar la vida de una criaturita tan especial. Fue por una de esas casualidades afortunadas que este buen hombre notó algo singular arrastrándose a un lado de la vía.
Se trataba de un gatito que no era más grande que la palma de su mano. El pequeño estaba llorando. Clamaba por su madre, pero ella no se encontraba por ninguna parte.
El gatito fue rescatado al borde de una vía. Apenas daba sus primeros pasos
El técnico de emergencias lo tomó entre sus manos justo antes de que el pequeño se aventurara a arrastrarse sobre la carretera. Además, estaba muy cerca de una zona en construcción, aumentando los peligros.
La esposa de este hombre es voluntaria en Sparkle Cat Rescue, así que sabía exactamente cómo ayudar al chiquillo y a quién recurrir. Stephanie Grantham, cofundadora de la institución se hizo cargo.
Lo alimentó con una jeringa, lo mantuvo calientito y lo ubicó en un hogar de acogida que pudiera brindarle todas las atenciones necesarias día y noche. Los gatitos recién nacidos requieren de un cuidado muy especial y este chiquitín no sería la excepción.
El pequeño fue bautizado como Bear Grylls por su madre temporal, Sarah Kelly. Ella estaba segura de que este pequeño y adorable gatito negro era todo un sobreviviente y no perdería ocasión de demostrarlo.
Este dulce gatito negro logró salvarse de los peligros de las calles
El gatito se colocó en una incubadora para mantener regulada la temperatura de su cuerpo. Desde el primer día, exhibió una fuerte voluntad de vivir: tenía un gran apetito y ronroneaba después de cada comida.
El gatito ha demostrado ser una criaturita adorable. Sus ojos vivaces y brillantes denotan su curiosidad. Además, tiene una poderosa voz para pedir atención o alimento cada vez que los necesita.
Tibio y cobijado por un peluche, Bear ha evolucionado muy bien
Para asegurarse de que el pequeño Bear no se sienta solo, Sarah le ha dado un singular acompañante. Se trata de un juguete para acurrucarse las 24 horas del día. Adicionalmente, su madre adoptiva lo cuida y llena de amor cada dos horas.
Mientras Bear se acostumbraba a su nueva vida, los voluntarios regresaron al lugar en el que fue hallado y buscaron en el área cualquier signo de una mamá gata o hermanos. No encontraron ninguno, por lo que Bear pudo haber sido abandonado allí.
Bear es un afortunado. Recibió toda la ayuda necesaria y más justo en el momento en el que se vida más lo necesitaba.
Ahora va en vías de convertirse en un gatito fuerte, que pronto tendrá una familia junto a la cual vivir su “felices por siempre”.
Este pequeñito es todo un luchador adorable, que derrite con su tierna mirada
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