Es muy triste que cosas como estas sigan sucediendo. Es inexplicable que animales pertenecientes de a la vida silvestre sean domesticados a base de castigos y maltratos para cambiar su esencia según intereses personales.
Kanakota, un elefante adolescente que falleció tras derrumbarse después de hacer viajes consecutivos para turistas en Sri Lanka.
Este joven elefante de 18 años murió por agotamiento tras caminar con sus patas encadenadas mientras cargaba un pesado asiento en su espalda bajo el incesante calor de Sri Lanka. Este pobre animal habría estado amenazado con el afilado gancho que usan los hombres manipuladores para tratar de controlar a los animales salvajes.
Los activistas han revelado que la muerte de Kanakota era completamente evitable.
Este lamentable incidente debe ser un llamado de atención para que la gente deje de montar a los elefantes.
Esta actividad nunca va a terminar hasta que siga habiendo personas que paguen por un triste paseo sobre el cansado elefante. Es realmente muy triste.
El pobre Kanakota se derrumbó y murió después de su quinto viaje. Este elefante pasó sus últimos cuatro años realizando paseos junto al tráfico por las concurridas calles pavimentadas de Sigirya. Los turistas pagan cerca de $ 30 para ser trasladados a la antigua fortaleza de roca en un viaje que dura hasta una hora.
Los residentes fueron testigo de sus últimas horas trágicas, ellos revelaron que Kanakota hizo tres viajes en un día tras un agotador desfile la noche anterior. En el cuarto viaje se negó a mudarse y los turistas subieron, pero fuera del asiento, después Kanakota se acostó y, lamentablemente, nunca se despertó.
Aunque se desconoce oficialmente la causa de su muerte y se ha iniciado una investigación, los activistas dicen que fue por agotamiento.
En su hábitat natural los elefantes asiáticos viven hasta una edad promedio de 60 años. Los elefantes alrededor de Sigiriya generalmente sus patas están encadenadas mientras caminan por las transitadas calles.
Los activistas afirman que el pavimento causa un severo desgaste en las plantas de las patas de los elefantes. Lo mismo pasa con el asiento que llevan sobre la espalda, también causan daños, pero en la columna vertebral al elefante.
Paul Healey, de la organización de bienestar animal Moving Animals, capturó las escenas en Sri Lanka. Las imágenes muestran el cuerpo de Kanakota cubierto con lona.
“Instamos a los turistas a no montar en elefantes, y pedimos al gobierno de Sri Lanka que promulgue un nuevo proyecto de ley de bienestar animal y proteja a la increíble variedad de animales y vida silvestre del país».
La industria turística está creciendo, pero las leyes de bienestar animal en Sri Lanka no se han actualizado desde 1907.
Los activistas dicen que las leyes actuales son inadecuadas y han pedido a Sri Lanka que promulgue la Ley de Bienestar Animal aprobada por el Gabinete hace más de tres años.
Actualmente, las sanciones o castigos para quien se declare culpable de crueldad animal son insignificantes. Comparte esta historia en honor a un elefante inocente que perdió la vida por culpa de seres que dicen llamarse humanos.