Los gatitos son encantadores, es triste conseguir mininos que no tienen hogar. Una protectora de animales de Seattle, encontró dos felinos hermanos, uno de ellos era la mitad del tamaño del otro, estaba en desventaja para ser adoptado, pero era tan tierno que robaba el corazón de todos.
Ashley Morrison es protectora de animales y vive en Seattle, Washington, supo que un hombre tenía gatitos que no podía mantener, viajó durante cuarenta minutos para rescatar alguno.
Cuando llegó, vio que se trataba de dos animalitos, uno de ellos el hombre quería conservarlo, pero carecía de los recursos médicos para cuidarlo.
«Después de hablar con él, le ofrecí traer vacunas y desparasitante para el gatito que planeaba mantener, ya que sabía que no podía permitírselo», contó la rescatista.
Al principio creía que quedaba un solo gatito, lo vio y era muy lindo, pero había otro escondidito en la parte trasera de la caja.
A pesar de ser hermano del primero, el segundo era la mitad de su tamaño. Tenía muy pálidas las encías, y su cuerpo temblaba mucho.
«El hombre los regalaba sin castrar, sin vacunar, sin desparasitantes ni ningún tipo de atención médica. Pregunté si podía llevarlos», compartió Ashley
El hombre accedió porque ella podía darle la atención que necesitaban y cuidarlos bien. Aprovecharon de esterilizar a la gata mamá.
Ashley puso nombres a los animalitos, al grande Moose, y al pequeño Munchkin, pero le decía siempre Munch.
Los llevó al veterinario, Munch estaba anémico y tenía un problema neurológico. Tenía bajo peso, unos 680 gramos. Ashley puso atención en su alimentación y vigilaba sus avances.
No era tan activo como Moose, pero cuando comenzó a jugar nadie lo podía detener.
Moose fue adoptado, y el pequeño Munch quedó solo, por eso su cuidadora le consiguió compañía, Betty, una gatita atigrada que estaba esterilizada.
Era tres meses mayor que Betty, pero seguía siendo más pequeño.
El peso de Munch fue mejorando, pesaba un kilogramo y medio, ya era el momento de castrarlo y buscarle un hogar.
Pero en una ocasión Ashley encontró a los animalitos abrazados tiernamente, fue una escena demasiado enternecedora, que la puso a pensar si debía separarlos.
De repente, llegó el tan esperado día, el 24 de agosto una familia adoptó a Munch y Betty, quienes fueron adoptados en pareja porque rompía el corazón separar a los entrañables amigos.
En su nuevo hogar, estaban felices. Munch se acurrucaba siempre con sus padres humanos, demostrándoles amor y abrazándolos.
«A pesar de que Betty tiene la mitad de su edad, es casi de su tamaño. Son hermanos de otra madre, pero están muy unidos», dijeron David y Erika, los nuevos padres humanos.
El peso de Munch mejora, tiene 2,5 kilogramos, y Betty pesa 2 kilogramos. El gatito crece rápido, fuerte y robusto. Es muy juguetón, se lo pasa corriendo por toda la casa.
Pero tiene una dificultad visual, y se orienta mucho por los sonidos, y los olores. Afortunadamente sus papás humanos han sabido cuidarlo y protegerlo; a manera de que ha crecido sin temores y se ha convertido en un meloso insoportable.
«Munchie se ha convertido en un niño maravillosamente cariñoso, sin rastro de timidez o temor. Él duerme al pie de nuestra cama casi todas las noches», dijo la mamá del gatito.
La vida les sonríe a los dos mininos, especialmente a Munch quien tuvo tantas dificultases para sobrevivir desde pequeñito. ¡Ahora a disfrutar de tu nueva vida, minino!
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos y conocidos. Adoptemos a esos pequeños seres que necesitan de nuestra protección y que a cambio solo tienen amor para darnos.