El vegetarianismo sigue siendo controversial en estos tiempos. Hay personas que simplemente no pueden entender cómo alguien puede dejar de comer carne.
Sin embargo, hay historias sobre vegetarianos que han cruzado sus propias fronteras alimenticias para volver a comer carne, eso sí, con una clara consciencia de lo que están haciendo.
Así funciona la vida de Tammi Jonas, una mujer estadounidense de 49 años que reside en Victoria, Australia. Tammi, quien fue vegetariana desde los 19 años, no tiene ningún problema en contar su historia de 30 años comiendo solo vegetales.
Tras la lectura de un best seller de los años 70, “Animal Liberation” de Peter Singer, Tammi tomó la decisión de no comer carne, convencida de que detrás de esta práctica hay muchos tratos injustos a los animales.
Compartió el vegetarianismo con su esposo durante mucho tiempo
Pero cuanto Tammi dio a luz a su tercer hijo, comenzó a tener problemas de anemia. Aunque le recetaron suplementos de hierro y otras vitaminas para su recuperación, no podía curarse del todo.
Posteriormente, Tammi recordó que hay una fuente natural de estos componentes: la proteína animal. Así fue como decidió comerse una hamburguesa de carne y comenzó a sentirse mejor.
A partir de allí comenzó a comer proteína animal y a notar una mejoría significativa en su estado de salud.
“Wow, 30 años sin comer carne es bastante tiempo, toda una vida, respeto mucho la decisión de Tammi, pero no la comparto”, mencionó sorprendida una internauta”.
Tras comprobar que la carne en efecto contribuyó a mejorar su calidad de vida, decidió junto a su esposo Jonai fundar Farms y Meatsmiths, una granja orgánica dedicada a la producción de carne animal desde una perspectiva ética. Para Tammi nunca estuvo mal comer carne de animalitos, cree que el problema está en producir carne a nivel industrial.
¿Por qué?, es en el proceso industrial que los animales se ven obligados a recibir tratos injustos. De modo que si un animal tiene una vida digna y feliz no tiene por qué ser un problema que en el futuro su cuerpo pueda ser destinado a la ingestión humana.
Pasar de vegetariana a “carnicera” puede ser un salto bastante radical, sin embargo, Tammi tiene un gran argumento para justificar su transformación. El objetivo de su granja es demostrar que podemos darle una mejor vida a los animales que nos consumimos.
“Tammi tiene razón, nuestra forma de alimentarnos no tiene por qué afectar la vida de otros y mucho menos de los indefensos animalitos. Esa visión sobre el consumo de carne es más responsable”, comentó otra internauta.
«DeEn nuestras manos está convertir esta manera de alimentarnos en un trato más ético y respetuoso para con los animales.
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