Los perros son nuestros mejores amigos y compañeros, nos encanta salir con ellos, y si se trata de viajes ni se diga. Como una mujer que llevó en pleno avión a su perro, y se convirtió en la sensación haciéndole muecas y caritas a los demás pasajeros.
Es un perrito muy cariñoso
Ursula Daphne Aitchison es la madre humana de Huxley, un perrito hermoso y risueño que la acompaña a todos lados.
La mujer tenía que viajar de Londres a Ibiza y decidió llevarse a su inseparable amigo. Era el primer viaje aéreo del can y mientras se realizaba todo el acostumbrado protocolo para despegar, el animalito estaba un poco aburrido.
No pudo dejarlo solo mientras viajaba
«Estaba sentado en el asiento a mi lado, pero de mal humor, lo que suele hacer cuando no le presto suficiente atención», dijo Ursula.
Huxley no quiso quedarse sentado en el asiento fastidiado, y decidió buscar la atención que tanto necesitaba en otro lugar.
De lo más tranquilo, se fue al asiento de un hombre que estaba frente al de ellos. El hombre lo recibió con cariño y el perrito se sintió a gusto.
El animalito no le prestaba atención a su humana, le estaba pagando con la misma moneda. Pero, un sonido conocido por él, llamó su atención de inmediato
Ursula, sacó de su bolsa un paquete de papas fritas. Huxley, como pudo, asomó su cabeza entre los asientos, sacaba la lengua larga y enorme tratando de probar de lo que estaba comiendo su humana.
Era muy divertido ver sus dientes haciendo el esfuerzo por tomar el contenido del paquete. La incapacidad para alcanzar las papas fritas hacía que pusiera caritas de lo más graciosas.
Todos los pasajeros se divertían viendo las escenas y no paraban de reírse
La ternura que reflejaba con sus ojitos y gestos, provocaba llenarlo de besos y abrazos. Fue la sensación del avión. Ursula aprovechó de publicar las fotos que había tomado, del travieso Huxley en su cuenta de Facebook.
De inmediato, las imágenes se viralizaron, los internautas quedaron encantados con las caritas del perrito.
Es extremadamente tierno
A pesar de que no logró su objetivo, el animalito seguía entreteniendo a la gente con sus muecas graciosas.
Es el centro de atención
«Pasó 30 minutos en ese asiento; el hombre a su lado dijo que era un muy buen pasajero y el del otro lado del pasillo se estaba tomando selfies con él. Huxley seguía dándole la pata para saludar. Estaba haciendo reír a mucha gente y el hombre a mi lado pidió que le tomara una foto para enviársela a su hija», contó Ursula.
Así que el primer vuelo del perrito fue inolvidable para él y los demás pasajeros, Huxley pasó la mayor parte del vuelo entreteniendo a sus compañeros de viaje, y recibiendo mucho amor.
¡Felicitaciones al juguetón Huxley quien se supo comportar durante todo el vuelo!
Comparte esta divertida historia con todos tus amigos y conocidos. Y cuando salgas, no dejes a tu mascota, llévala contigo y, ¡a divertirse se ha dicho!