Gus es un hermoso perrito mestizo de Husky que tiene una de las sonrisas más encantadoras que jamás hayamos visto. Cuando nació, su familia lo rechazó porque era diferente a los demás. Una de sus patas delanteras era mucho más pequeña de lo normal y otra estaba tan deformada que los médicos decidieron amputarla. El resultado fue que este perrito parecía un bebé canguro, pero estaba lleno de vida y dispuesto a tener todo tipo de aventuras.
Gus vive en la ciudad de Laramie en Wyoming.
Por desgracia, su familia nunca supo apreciarlo tal y como era. Un día decidieron dejarlo atrás y el pobre Gus quedó expuesto a los peligros de la calle. Los rescatistas de Black Dog Animal Rescue se hicieron cargo de él. Sabían que un perrito con una personalidad tan maravillosa merecía una nueva oportunidad para conseguir una familia; pero no había muchas personas dispuestas a abrirle las puertas de su hogar.
Gus fue dejado a su suerte con apenas meses de vida.
Melody Rezzonico es una gran amante de los animales. En cuanto supo la historia de Gus comprendió que quería ayudarlo. Lo conoció y quedó completamente encantada con él. Era sumamente dulce y tenía tanta energía que simplemente no podía parar de jugar. Se llevó de maravilla con sus otros perritos, pero parecía un poco frustrado porque no podía mantener la velocidad con la que ellos exploraban por toda la zona.
“Quedé tan enamorada de él que decidí adoptarlo sin importar lo mucho que podría necesitar en gastos médicos”.
Melody decidió consultar con varios especialistas y tras meses de trabajo crearon una silla de ruedas especial para él. El resultado fue todo un éxito. Desde entonces el hermoso Gus emprende todo tipo de aventuras con Melody y los otros perros de la casa.
“Es el más activo y feliz de todos mis perros”.
Juntos han recorrido muchas montañas y el dulce perrito demostró que no dejará que sus patitas delanteras se conviertan en un impedimento. Cuando realizaban senderismo en algunas zonas de arena o nieve las cosas podían tornarse un poco difícil para Gus. Su primera silla de ruedas no respondía del todo bien en este tipo de terrenos así que Melody acudió nuevamente con los especialistas.
Gus tiene su propio Instagram con casi dos mil seguidores.
La energía de este hermoso perrito era tan maravillosa que decidieron hacer lo necesario para que lograra seguir con sus aventuras. Ahora cuenta con diferentes prótesis que le permiten explorar en cualquier tipo de terreno. Definitivamente, no hay nada que pueda detenerlo en su afán por conocer el mundo.
“El hecho de que sea un poco diferente no significa que no vale la pena luchar por él y tratar de darle la mejor vida posible”.
Gus puede ser diferente a los demás perros, pero su enorme sonrisa y su maravillosa personalidad demuestra que todos los perritos con necesidades especiales también merecen una segunda oportunidad.
No te vayas sin compartir la inspiradora historia de Gus para demostrar que no hay obstáculo que nos impida conseguir lo que queremos.