Si quieres una mascota que te ofrezca fidelidad, amor y protección infinita, los perritos sin duda, son la mejor opción. Ellos siempre van a estar para sacar lo mejor de nosotros y ser para los pequeños de la casa, angelitos peludos que velan por su seguridad. Una familia australiana ofrece el mejor testimonio de ello. David Kenney y su esposa Lisa Brockbank junto con su pequeño hijo Alexander de dos años fueron invitados a la casa de campo de un amigo de la pareja.
Se reunirían para realizar una barbacoa cerca de Coffs Habour.
Como todo viaje familiar, su hermosa perrita Leala los acompañó, la familia nunca pensó que llevarla al viaje salvaría la vida de su pequeño hijo. Al llegar, el día estaba soleado y todo parecía perfecto, el pequeño Alexander no tardó en correr por toda la casa, la fiel mascota lo seguía por todos lados.
Los perritos tienen un instinto protector con sus dueños.
Sus padres sintieron que todo marchaba bien y que no había de qué preocuparse, así que decidieron colaborar en la barbacoa, pero no todo estaba en orden, mientras el niño recorría la casa, sintió curiosidad por la piscina y de un momento a otro cayó. La perrita intentó sacarlo y se sumergió a la piscina, al ver que no podía salvarlo salió y se dirigió hacia donde estaban los padres ladrando desesperadamente.
David y Lisa, al ver al perrito empapado y nervioso sabían que algo estaba mal y lo siguieron sin pensarlo.
Para su sorpresa, encontraron con el cuerpo de su pequeño hijo flotando en la piscina, David y su amigo se sumergieron y rescataron al niño quien yacía inconsciente. La dulce perrita no dejaba de aullar manifestando su preocupación por quien ella veía como su hermanito menor. Mientras que llegaba la ayuda los hombres intentaron reanimar al niño por más de 30 minutos sin darse por vencidos. Finalmente el helicóptero llegó.
El pequeño Alexander fue trasladado al Lady Cilento Hospital en Brisbane.
Al llegar al hospital el niño entró en coma y sus padres temieron lo peor. Uno de los doctores habló con ellos y les dio un crítico diagnóstico.
«Prepárense, tal vez no lleven a su hijo a casa y en el caso en que logre sobrevivir, probablemente tendrá algún tipo de daño cerebral”.
Ante la terrible situación los padres no comprendían cómo de un momento a otro pasaron de la más sublime felicidad a la más grande tragedia que todo padre puede tener. Fueron 48 horas de total angustia, tiempo después despertó y milagrosamente no presentó ningún tipo de secuela. Los médicos afirman que la recuperación del niño se debe a dos factores importantes, las acciones heroicas de la perrita y que su padre no dejó de darle los primeros auxilios.
Cada acción hizo la diferencia para salvar la vida del pequeño Alexander.
Después de todo, el niño y su familia pudieron regresar a casa, los padres del pequeño reconocen que no de haber sido por los cuidados de Leala el final hubiera sido otro. La dulce perrita es su ángel guardián y demuestra que el pequeño siempre tendrá su custodia.
Ayúdanos a compartir en tus redes y las acciones heroicas de esta hermosa y fiel perrita.