Aunque la mente humana cada día nos sorprenda con la cantidad de cosas que es capaz de crear para lograr avances a nivel de salud y tecnología, parece que el corazón de ciertas personas es lo más retrogrado que pueda existir en nuestro Planeta y un vídeo que está circulando en las redes sociales así lo demuestran.
Con mucho dolor e indignación hemos visto las imágenes de un delfín marsopa que es atrapado y parece suplicar con lágrimas a sus captores para que lo liberen.
El vídeo fue tomado por un grupo de personas que fueron testigos del hecho y, sorprendidos por el llanto del delfín, decidieron registrar el momento en que el animal era trasladado en una camioneta en la población de Xuwen, al sur de China.
Los delfines marsopas están en peligro de extinción pero lamentablemente su carne se comercia a un precio bastante elevado en China, lo cual pone cada vez en mayor riesgo su permanencia en nuestro planeta.
¡Por fortuna! No todos los seres humanos tienen su corazón de piedra y dos jóvenes decidieron actuar en el momento indicado.
Cheng Mingyue y Cheng Jianzhuang compraron a la criatura para después devolverla al mar. Según relataron, el asustado delfín estuvo llorando durante todo el camino pero finalmente pudieron liberarlo.
La buena voluntad de los chicos los llevó a pagar un alto precio por la vida del animal, pues los captores les cobraron 1.500 yuanes por la criatura, serían unos 212 dólares estadounidenses. Pese a esto, ellos no dudaron ni un segundo en que debían hacer lo correcto.
La imagen del delfín llorando no los habría dejado continuar su camino tranquilos, sabían que debían parar con ese crimen.
Por desgracia, este animalito no es el único que queda expuesto a las peores bajezas del hombre. La venta ilegal de ciertas especies protegidas son una industria muy bien remunerada y aunque las autoridades y grupos de protección animal hacen un gran esfuerzo por para la captura y venta indiscriminada, es un asunto bastante complejo y difícil de solucionar.
Alrededor de 200 marsopas sin aletas viven en la región del río Perla, donde ocurrió el incidente, según la Ocean Park Conservation Foundation de Hong Kong.
Pero como nos lo han demostrado Cheng Mingyue y Cheng Jianzhuang “todos podemos hacer algo”. Por pequeña que parezca nuestra acción, siempre que se pueda rescatar una vida el trabajo habrá valido la pena. Así que no dejemos de actuar y denunciar los eventos de este tipo; los animales también sienten y para prueba el vídeo de este delfín.
Por favor unamos fuerzas, comparte esta nota y alienta a otros a parar este tipo de atropellos. ¡Que no se pierda ni una lágrima más, ni una vida más!