¿Recuerdas cómo se jugaba al gato y al ratón? Era divertidísimo, ¿no es verdad? Correr como locos en círculos mientras dos de nuestros amiguitos se perseguían como el gato al ratón. Si no lo recuerdas así, tal vez con este caso de animales salvajes que te contaremos hoy, refresquemos tu memoria.
En la África profunda, un grupo de hambrientos y malencarados leones hacía su ronda habitual en busca de ejercitar su mandíbula con algo de buena carne de algún desprevenido de la zona. Y como dicen que siempre sale un despistado a la calle, esta vez le tocó a un solitario leopardo cruzarse en el camino de esta pandilla de reyes de la selva. Lo gracioso es que la víctima, de tonta, no tuvo tanto.
Parecía no haber esperanza para el acorralado leopardo
Al ver al indefenso leopardo, los montoneros leones comenzaron a rodearlo con la intención de acorralarlo para luego saciar con él sus estómagos vacíos, sin embargo, ocurrió lo inesperado. Como si se tratase de un guerrero ninja y consciente de su situación de franca desventaja, el astuto animal, ante la mirada inmóvil de sus captores comenzó a revolcarse en la tierra en señal de sometimiento, estrategia que le valió que los leones se dieran por vencedores y, displicentes, se alejaran de la víctima.
Una vez pasado el peligro inminente y percatarse de que los leones yacían en franca pereza, ni corto ni perezoso, el leopardo salió huyendo como alma que lleva el diablo y no dejó que los confundidos agresores reaccionaran a tiempo para cazarlo y devorarlo como era su intención.
La escena se ha vuelto viral y se ha compartido a través de varios países como México, Estados Unidos y Panamá acumulando un millón de reproducciones, cinco mil compartidas y alrededor de unos 500 comentarios.
El cazado estuvo observando al cazador pacientemente
“Estás en el barrio equivocado amigo”, dijo un internauta
”¡Qué leopardo tan afortunado!”, escribió otro usuario de las redes sociales.
Según los expertos, la manada de leones matan y devoran a los leopardos si los encuentran lejos de la seguridad de un árbol, y esto fue lo que no le sucedió a nuestro protagonista, cuya sagacidad e inteligencia en el momento más peligroso de su vida le convirtió en todo un maestro del ilusionismo.
Los leones no supieron ni qué pasó cuando el leopardo huyó
El felino sencillamente desapareció dejando a sus depredadores comiéndose el polvo del suelo, gracias a un mecanismo de defensa y supervivencia desarrollado por los seres vivos a través de millones de años de evolución que se llama: “Patitas, ¿para qué las tengo?”
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