Siempre es fundamental recibir desde muy temprano ciertas orientaciones que nos ayuden a comprender la importancia de cuidar a los animales y darles todo el amor posible. Sin embargo, todavía hay muchas instituciones en donde se encargan de hacer justamente lo contrario.
Un pequeño fue encargado con la tarea de cuidar a dos corderos desde que eran tan solo unos bebés.
Aun no se ha revelado la identidad del niño.
A tan corta edad, estos animales necesitan de alguien que los ayude a alimentarse durante sus primeros meses. El niño no tardó en desarrollar una hermosa conexión con los corderitos.
Se aseguró de llevarlos al veterinario cada vez que se enfermaban, cuidaba que nunca le faltara la comida y hasta pasó incontables horas jugando con ellos. En ese entonces, no tenía idea de que una vez que alcanzaran cierto peso los llevarían al matadero y los subastarían.
“Él se aplicó muchísimo, sorprendiendo a su madre de lo que les cuidó”.
Había pasado meses compartiendo con los corderitos y se habían convertido en sus mejores amigos. No podía creer cómo finalmente su madre y profesores obligarían a un animal inocente a someterse a tan triste destino.
En medio de lágrimas, el niño intentó salvar la vida de sus corderitos; pero todo fue en vano. El proyecto escolar había durando meses enteros y todo con el fin de explicarle a los niños que esos animales sólo existían para convertirse en comida.
“Los animales están para eso, para ser consumidos por los humanos”.
Este niño tuvo que comprender bruscamente el mundo tan cruel en el que vivimos. A nadie parecía importarle el hermoso vínculo que había desarrollado con los lindos corderos.
Él y sus compañeros de clase no pudieron hacer más que despedirse de ellos y lamentarse por no poder salvarlos. En una imagen se puede ver el desgarrador momento en el que el niño comprende que no podrá hacer nada por sus amigos. Los adultos simplemente lo obligaron a cuidarlo para después entregarlo al matadero.
“Les abrazaba, les limpiaba, jugaba con ellos”.
Fer Ariza, un activista que lleva años luchando por los derechos de los animales compartió la imagen e hizo un llamado de conciencia por el enorme daño que tuvo que sufrir este pequeño. Su corazón quedó completamente roto al comprender que los animales a los que tanto quiso tenían un destino fatal.
“En un mundo bonito, nadie habría apartado a sus amigos de su lado”.
Levantamos la voz en contra de un acto tan cruel. Los niños, como este pequeño, saben que los animales merecen un trato mucho mejor, pero la sociedad los fuerza a continuar estas indignantes prácticas.
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