Para muchas personas los caballos son esos animalitos que como la triada perfecta combinan belleza, fuerza pero sobre todo libertad, es por eso que cuando Daenna, la fundadora de Lucky Orphans Horse Rescue de Dover, Nueva York recibió una llamada anónima sobre la terrible condición en que se encontraban tres caballos no dudó en acudir a su rescate. Cuando llegó al lugar uno de los caballitos llamó especialmente su atención, tiene por nombre Rosie y era la más deprimida del grupo.
Rosie y su potro Britt junto con el caballo Midnigth fueron trasladados a la casa de rescate.
Rápidamente, Daenna buscó el equipo necesario para trasladar los caballos a casa y empezar su recuperación. Solo bastaba mirar la triste escena y los desnutridos que estaban para confirmar que la ansiedad y el hambre que padecían eran de hace tiempo, el Dr. Clas confirmó el diagnóstico y recomendó especial atención para obtener rápidos y excelentes resultados.
Los caballos estaban casi en puro hueso, incluso Daenna podía encajar sus dedos entre las costillas de Rosie.
Los caballos necesitaron rehabilitación especial.
Amanda es amiga de Daenna y vive cerca del lugar donde rescataron los caballitos, en ocasiones les daba comida aunque eso implicara meterse en problemas con sus dueños. Comenta que un día pasó y Rosie tenía su cabeza debajo de la cerca eléctrica intentando buscar comida, la tristeza escena le rompió el corazón y decidió ayudarla. Cuando supo su amiga Daenna los había rescatado fue pieza importante en la recuperación de los caballitos.
Rosie era la más afectada física y emocionalmente.
Todo amante de los animalitos sabe que verlos padecer por comida es de las cosas más tristes del mundo. Para Amanda resultó desgarrador ver a Rosie correr el riesgo de electrocutarse solo por un poco de hierba. Rosie y el resto de su familia ya no tendrían de qué preocuparse, para sus rescatistas fue muy alentador poder verlos comer y beber agua sin correr mayores riesgos.
Para recibirlos en su nuevo hogar les dieron un baño refrescante, les cortaron las pezuñas y los llenaron de infinito amor. Al respecto Daenna comenta:
«¡Personalidad, cuerpo, espíritu, todo sobre ellos son como caballos nuevos!”
Los caballos pasaron algunos meses en el centro de rehabilitación, cuando llegó el día en que conocerían la verdadera libertad todos los que participaron en la rehabilitación estaban emocionados, ver a los caballos tan felices corriendo de un lado para otro mientras que el viento ondeaba suavemente sus crines reflejando las más tierna y mágica escena era muy satisfactorio.
Un caballo puede medir hasta 1.80 metros.
Enhorabuena estos caballitos podrán correr y sentir el verdadero aire de libertad, nunca más tendrán que preocuparse por su comida. Ahora son caballos sanos y felices que disfrutan del campo.
Comparte esta nota en tus redes y no olvides denunciar si ves algún trato inapropiado hacia nuestros animalitos.