Una elefanta huérfana decidió presentarse con su cría en el lugar donde un día le salvaron la vida, cuando ella era apenas una bebé. La gratitud de los animales no tiene límites.
No solo los humanos saben de gratitud y el valor que tienen la familia y los verdaderos amigos. Estas conexiones tan íntimas también llegan a formarse en los corazones de los animales ¿y cómo no, si muchos han demostrado ser las criaturas más nobles del Planeta?
Quizás a la misma especie humana le falte aprender de su nobleza. Un reflejo claro y hermoso de lo que significa ser agradecido no lo ha dado una elefante hembra de Kenia.
La elefanta Loijuk nació en el 2006, fue rescatada con 5 meses de edad cuando vagaba huérfana por la selva
El equipo de Sheldrick Wildlife Trust (SWT) fueron los responsables de su cuidado hasta que la criatura tuvo la edad suficiente para defenderse por sí misma, y fue devuelta a su habitad natural.
No obstante, Loijuk siempre regresaba al santuario de vez en cuando para visitar a las personas que la habían ayudado siendo una indefensa bebé elefante.
Los rescatistas ya estaban acostumbrados a la visita de Loijuk y la esperaban al menos una vez por mes, pues la joven era bastante puntual. Sin embargo, un día que decidió visitarlos llegó con una gran sorpresa.
Loijuk llegó al santuario con su bebé recién nacida para que sus amigos humanos pudiesen conocerla. El gesto fue realmente simbólico, pues la criaturita tenía sólo horas de nacida y pensar que la orgullosa madre la condujo hasta el santuario para presentarla nos habla de su inmensa gratitud por las personas que la ayudaron.
Loijuk se acercó a Benjamin Kyalo, el jefe de guardia, y lo invitó a compartir con su bebé elefante, quien desde ese momento quedó bautizada como Lili.
«Benjamin pudo acercarse a Lili (que se acurrucó en sus piernas), acarició su delicada piel de recién nacida y respiró en su tronco, dejándole saber quién era a través de su aroma».
Los elefantes tienen un increíble recuerdo y sentido del olfato y nuestros guardianes a menudo respirarán en los troncos de los huérfanos para que puedan reconocer quiénes son», dijo Brand Rob Robford, director ejecutivo de SWT.
Lili y Loijuk encontraron un lugar en el santuario, parece que de hecho esta era la intención de la protectora madre: darle a su hija el cuidado y seguridad que ella recibió en ese mismo lugar.
«Loijuk se ha mantenido cerca del área alrededor de la unidad, permitiendo que nuestros guardianes la vigilen y verifiquen cómo se encuentra», dijo Brandford.
Aunque Lili estuvo un poco débil los primeros días, durante la primera semana fue cobrando fuerza y adquirió mayor estabilidad para equilibrar su cuerpo.
Los elefantes bebés se crían con la ayuda de parientas hembras que formen parte del mismo rebaño y hacen el papel de niñeras. De hecho, antes de tener a Lili ya Loijuk había hecho el papel de nodriza para dos elefantas huérfanas: Naserian e Ithumbah.
Ahora, serán ellas quienes ayuden a Loijuk con la crianza de Lili.
Cuando Lili esté lista volverá a la selva junto a su madre y nuevas amigas. Esta experiencia ha sido realmente gratificante para los cuidadores y demuestra la hermosa e importante labor que están realizando por la especie y el Planeta.
«Momentos como estos son trascendentales. Al salvar la vida de un elefante huérfano, no sólo vemos que ese huérfano prospera, sino que forma una familia», dijo Brandford.
Los elefantes son una especie amenazada en todas partes, así que conocer sobre este tipo de refugios que trabajan por su supervivencia y además que comparten este tipo de historias tan hermosas es realmente inspirador. Pero ellos también necesitan de nuestra colaboración, sin importar en qué parte del mundo te encuentres puedes tenderles una mano amiga a través de este Link.
No te quedes con momentos tan hermosos, muéstrale al mundo que ayudarlos sí vale la pena ¡Juntos rescatemos nuestro Planeta!