Frankie era un hermoso pastor australiano. Su dueña, Nikki Bigger y él se convirtieron en mejores amigos en cuestión de días. No lograron compartir tanto tiempo juntos como deseaban, pero este dulce perrito quedará por siempre en su memoria.
En medio de lo que fue la difícil despedida, Nikki decidió contar el terrible accidente que acabó con la vida de su perrito. Todo con la esperanza de que algo tan terrible no vuelva a suceder.
El accidente tuvo lugar en la Isla de Vancouver en Canadá.
Era un día completamente normal y Nikki decidió darle un paseo a Frankie. Se dirigieron al Parque Regional Stoney Hill y allí lo soltó para que jugara un poco y conociera el lugar. Frankie había conocido a otro perrito y comenzaron a jugar con un pequeño tronco.
Después de unos minutos, los perros comenzaron a pelear por ver cuál se quedaba con el tronco; así que la dueña del otro perro decidió que lo mejor sería lanzarlo lejos para que ninguno de los dos lo encontrara.
Frankie apenas tenía un año de vida.
Por desgracia, la mujer no pensó bien sus acciones. Una vez que tomó el tronco lo lanzó hacia un acantilado. Frankie pensó que se trataba de un juego y se dirigió a toda velocidad hacia esa dirección sin saber el enorme peligro en que se encontraba.
“Alguien que no tuvo cuidado con sus acciones quitó la vida a cachorro peludito”.
Estaba tan concentrado en atrapar el tronco que no se dio cuenta de nada y cayó por el acantilado. Todo sucedió tan rápido que Nikki no pudo hacer nada para ayudar a su perrito y llamó de inmediato a los bomberos en un desesperado intento de salvar su vida.
“Mi último recuerdo de él es verlo tratando de frenar para no caerse. Obviamente, no lo hizo lo suficientemente rápido”.
Cuando los bomberos llegaron no lograron dar con el cuerpo del perrito. Horas después un grupo de Búsqueda y rescate lo localizó pero le explicaron a la triste Nikki que no había manera de que el pequeño lograra sobrevivir una caída tan estrepitosa.
La caída de Frankie fue de casi 100 metros.
Bigger se dispuso a enterrar a su dulce amigo y decidió compartir lo sucedido en las redes sociales para crear conciencia sobre el enorme peligro que podía resultar algo tan simple como lanzar un juguete.
“Tomen esto como una lección sobre la importancia de siempre pensar antes de actuar. Literalmente podrías acabar con la vida de alguien”.
Nos unimos a Nikki en estos momentos tan dolorosos y esperamos que pueda reconfortarse en los mejores recuerdos junto a Frankie. Es importante asegurarnos de que los parques o lugares a los que vamos con nuestras mascotas, sean lo más seguros posible.
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