Jill Hicks se encontraba en medio de una avenida muy transitada cuando vio a un pequeño felino completamente perdido y en busca de ayuda. Se podía ver que tenía tan sólo un par de semanas de vida y no sabía bien cómo sobrevivir.
Además, en un lugar tan peligroso era cuestión de tiempo para que terminara involucrado en un fatal accidente.
Jill vive en la ciudad de Chattanooga en Tennessee.
Jill se bajó de su auto y se arriesgó a ir por el gatito. Por suerte todo salió bien y tras unos tensos minutos, Jill volvió con el pequeño entre sus manos completamente sano y salvo. Ahora sólo era cuestión de ayudarlo a tener una nueva vida. Quizás todo era una señal para indicarle que había llegado el momento de tener una mascota.
“En cuanto entró al auto comenzó a trepar sobre mí”.
En cuanto se lo mostró a sus vecinos y amigos todos comenzaron a notar algo muy particular: la nueva mascota de Jill no era un lindo gatito doméstico sino algo mucho más grande.
“Quería darle cena y dejarlo descansar en mi cama. Cuando me dijeron que era un lince pensé que entonces esa no sería tan buena idea”.
En efecto, el pequeño se encontraba a pocos días de haber nacido, pero no era un simple gatito. Sus manchas indicaban que era un gato montés de manera que no era un animal para tener en casa.
Durante los primeros meses pueden ser muy tranquilos pero con el paso del tiempo pueden desarrollar un comportamiento mucho más agresivo. Fue entonces cuando Jill decidió buscar ayuda y contactó con los rescatistas de For Fox Sake Wildlife Rescue.
Un gato montés adulto puede llegar a pesar hasta 18 kilos.
Allí recibieron al bonito lince y le aseguraron que le darían la mejor atención posible. Lo cuidarán hasta que se encuentra lo suficientemente fuerte para volver a vivir en la naturaleza. La especialista Juniper Russo explicó que estos felinos salvajes son fáciles de confundir con un gatito doméstico especialmente cuando se encuentran pequeños.
“Un gato montés suele tener algún tipo de manchas. Pelaje negro en las orejas. A medida que crecen su comportamiento puede volverse impredecible”.
Afortunadamente, Jill se dio cuenta justo a tiempo de que estaba a punto de comenzar a vivir con nada menos que un lince.
A pesar de que no logró quedarse con él; se encuentra sumamente feliz de haberlo salvado de un lugar donde su vida estaba en riesgo. Comparte este rescate.