Los cachorros son traviesos y juguetones, les encanta distraerse con los objetos de la casa. Por eso debemos estar pendientes de ellos. Charley no es la excepción y cuando su humana tiene el menor descuido, aparece con el rostro transformado producto de alguna travesura.
Charley es un cachorro de gran danés que se ha convertido en la alegría del hogar, no hay un día que no esté haciendo bromas y travesuras.
Es un animalito muy curioso
Vive con su madre y padre humanos, y un hermano canino llamado Winston. Todo para él es atractivo y despierta su curiosidad, especialmente cuando se trata de implementos, artefactos u objetos del hogar.
Aunque a veces está un poco asustadizo con las cosas que no conoce, las mira de reojo, se agacha, luego levanta la parte trasera de su cuerpo como husmeando de lejos para asegurarse de que todo va bien.
Siempre quiere salir a jugar junto a su hermano perruno
«Entra en modo de ataque con las cosas que están fuera de lugar. ¡Nos ha mantenido a salvo de velas, botes de basura, cestas y cosas raras que cree que no pertenecen a la casa!”, dice su amorosa humana.
Jessi Mach, la mamá del perrito lo deja ser a sus anchas, pero a veces el inquieto cachorro no mide el peligro.
Un extraño objeto se cruzó en su camino
En una ocasión el padre humano de Charley, necesitaba utilizar el soplador de hojas porque estaba haciendo labores de jardinería en la casa. ¡Nada más tentador para los traviesos peludos!
Cuando Winston, el hermano de Charley vio el soplador, se puso en posición de ataque, ladraba y saltaba intentando atrapar el aire. El inquieto Charley estaba desesperado por participar el divertido juego. Se convirtió todo en una gran algarabía, pero el más eufórico, como siempre era Charley.
No se resistió al objeto misterioso
El cachorro no pone límites en sus travesuras, se acercó demasiado al soplador de hojas, y la carita se le puso enorme.
«Pensamos que era divertido que su cara se hiciera tan grande», dijo Jessi.
El padre se reía al verle la papada al perrito moverse con el aire, así que capturó el momento para compartirlo con su esposa. Jessi también se divirtió mirando la inmensa cara del cachorro, mientras este los miraba como preguntándose, ¿Qué hice para merecer esto?
La madre decidió compartir lo ocurrido con sus amistades, y subió la foto a sus redes sociales. Muchas personas comentaron la imagen, a algunos le encantó y no dudaron en preguntarle a Jessi si podían compartirlas.
Solo quería seguir jugando
Charley se hizo famoso, al día siguiente su imagen estaba en infinidad de memes. Sin embargo, no faltó quien criticara la publicación del rostro del cachorro tan afectado.
“No parece justo compartir imágenes donde una mascota sale con su cara tan lastimada, deberían tener un mínimo de respeto con los animales”, comentó una usuaria.
Mientras tanto Charley asimila la lección y se alejará de los sopladores, bueno, eso esperamos.
Comparte esta traviesa historia de cachorros con todos tus amigos. Y cuida mucho a tus mascotas.