La primera impresión es fundamental cuando una mascota se encuentra dentro de un refugio, esperando por alguien que se interese en adoptarlo. Suele ocurrir que los gatos o perros más cariñosos y extrovertidos tienen ventajas sobre aquellos que prefieren pasar desapercibidos.
La historia de Banjo, un mestizo de beagle que llegó a la Sociedad Humanitaria Gloucester-Mathews en Virginia cuando solo era un cachorro, es un buen ejemplo de la importancia de saber socializar para encontrar a una familia.
Banjo prefiere pasar parte de su tiempo al aire libre
Banjo fue encontrado solo en un bosque. Tenía apenas solo unos meses de edad cuando lo rescataron. Era tan lindo y adorable, que los miembros del refugio apostaron que muy pronto encontraría a una familia perfecta, pero estaban muy equivocados.
A Banjo le costaba mucho adaptarse a la vida dentro del refugio. No socializaba demasiado con las personas o con otros animales y no le hacía ninguna gracia tener que permanecer dentro de una jaula. Definitivamente, le hacía muy feliz tener la oportunidad de jugar al aire libre.
Cuando las personas llegaban al refugio interesados en adoptar una mascota, Banjo no hacía nada para hacerse notar. Él no los recibía con una buena sacudida de cola o con besos. No. Banjo solo se limitaba a acurrucarse en un rincón de su jaula, como si quisiera hacerse invisible.
Poco a poco comenzaron a transcurrir los meses, incluso los años, y Banjo comenzó a hacerse adulto. Los encargados de la Sociedad Humanitaria Gloucester-Mathews vieron al perrito convertirse en el residente más antiguo del refugio. Por suerte, no estaban dispuestos a rendirse.
Es una mascota tímida a la que le cuesta trabajo relacionarse con las personas
April Martínez, la directora del refugio, tenía muy claro que no quería que su timidez afectara su futuro, así como la posibilidad de que Banjo encontrara por fin su hogar perfecto.
Por eso estuvieron trabajando en la conducta del perro por años, para ayudarlo a acostumbrarse a la presencia de otras personas.
Banjo ha estado en el refugio durante 3 años. En todo este tiempo, el personal ha estado trabajando muy duro para acostumbrar a Banjo a la gente.
Pasó por un programa de comportamiento diseñado especialmente para ayudar a los perros temerosos como él a sentirse más cómodos con las personas. Gracias a esto muchas mascotas han sido adoptadas.
Al ver cuánto había crecido durante su tiempo en el refugio, el personal confiaba en que sería una gran adición a una familia. Solo necesitaba un hogar tranquilo con personas pacientes capaces de entender que necesitan ganarse lentamente su confianza.
La historia de Banjo llegó a las noticias y poco después de que se conociera su caso, el refugio recibió docenas de solicitudes de adopción para él. ¡El 13 de septiembre anunciaron que finalmente había encontrado su hogar para siempre!
El refugio se enfocó en promover la adopción de Banjo y tuvieron éxito
El refugio ayudará a Banjo a adaptarse a la vida con su nueva familia, como si todavía no hubieran trabajado lo suficiente para ayudar a este adorable cachorro a adaptarse a su nuevo hogar.
¡Realmente están dispuestos a hacer todo lo posible para ayudar a este chiquillo a tener un hogar feliz!
Ahora es un aventurero con una familia fantástica
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