Para nadie es un secreto que los perritos a pesar de recibir cierto entrenamiento muchas veces terminan haciendo lo que ellos quieren, sin importar lo que hagan o cómo lo hagan tienen una increíble habilidad para conquistar nuestros corazones. Bernie es un adorable perrito bulldog, desde que llegó a casa su familia rápidamente descubrió que dormir y divertirse era lo que más le gustaba hacer al consentido peludito.
El perrito fue adoptado cuando tenía dos años.
Desde que Bernie llegó a su nuevo hogar sus padres humanos lo trataron como un miembro más de la familia, estando presente en cada paso importante que la joven pareja realiza. Hace poco, sus padres contrajeron matrimonio, desde luego que las fotos familiares no podían faltar, pero el adorable peludito decidió hacer del día más importante para sus padres, un día lleno de diversión.
El travieso Bernie se negaba a posar.
El día de la boda la pareja decidió dejar al perrito en casa. Bernie tiene la costumbre de sentarse en los pies de su madre, Rebecca Simpson, y sabían que la adorable bola de pelos no se iba a contener y saldría corriendo para posar sobre el vestido. Culminada la ceremonia invitaron al perrito para ser parte de aquellos recuerdos que se quedarían por siempre.
Lindsey Horne en The Edgemont Garden se encargó que todo luciera perfecto.
Todo lucía perfecto, la boda se realizó en Brown Mountain Beach Resort, en Carolina del Norte. Jillian Knigh, a través de su lente era la responsable de capturar tan mágicos momentos. La familia estaba reunida, sin embargo, el comportamiento de Bernie al ver a sus padres fue de pura emoción, resultó casi imposible capturar una foto del perrito mirando a la cámara.
No importó las veces que le dijeron se quedara quieto, él solo quería jugar.
Al adorable peludito parece que no le gustó para nada la idea de posar, en su lugar decidió divertirse y rodear a sus padres con alegres movimientos. Al respecto, Simpson señala:
«Corrió hacia nosotros cuando nos vio y alguien tuvo que recogerlo para evitar que cubriera mi vestido con arena y agua. Le pedimos que se sentara, pero al estilo típico de un bullgog, sólo estaba concentrado en lo que quería hacer”.
Para el perrito lo más importante era jugar en el agua y cubrirse de arena, así que la fotógrafa solo les dijo a sus padres que siguieran riéndose y posaran. Al final, el resultado fue mucho mejor de lo que esperaban. Unas fotos de ensueño que ni la pose más perfecta hubiera logrado.
Rebecca Simpson junto con su esposo Charlie Hart y Bernie son la triada perfecta de felicidad.
La pareja estaba tan concentrada en las travesuras de su pequeña bola de pelos que no habían notado que todos los invitados estaban disfrutando de tan hermosa escena. Los 120 invitados terminaron enamorados de Bernie, solo esperaban divertirse con él en la recepción.
Después de todo Bernie terminó sentado en los pies de Rebecca y su esposo.
El día culminó con una pareja felizmente casada, pero creemos que Bernie estaba aún más feliz de pertenecer a una familia que lo ama tanto que le un papel especial en un día tan importante.
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