Los perros de mayor edad son los que suelen tener menos probabilidades de ser adoptados en un refugio. La mayoría prefiere llevar a casa un cachorro para poder compartir con él durante más tiempo. Otros simplemente no están dispuestos a hacerse cargo de los gastos médicos y tratamientos que pueden llegar a ser mucho más costosos. Esta fue la triste realidad que una perrita llamada Coco tuvo que vivir.
Coco fue dejada a su suerte con 12 años de edad.
Su familia la descuidaba tanto que Coco era frecuentemente encontrada en la calle y trasladada al refugio LifeLine Animal Project. Cuando esto se repitió nada menos que 6 veces en un mismo año sus dueños dijeron que se rendían y que simplemente no querían hacerse cargo de ella. Cuando dijeron a los encargados del refugio que la sacrificarían, los rescatistas decidieron tomar cartas en el asunto.
“Nos dijeron que era una carga y que buscarían a un veterinario que se hiciera cargo para acabar con su vida”.
Les pidieron que dejaran a la perrita en sus manos. Ellos intentarían buscar una familia adecuada para ella. Al principio se negaron rotundamente, pero luego la dejaron allí. Coco era muy dulce, así que no tardó mucho en conseguir una nueva casa en la cual poder disfrutar de sus últimos años.
Coco fue rescatada en la ciudad de Atlanta en Georgia, Estados Unidos.
Alicia y Eric McIntyre ya tenían mucha experiencia rescatando a perritos mayores. Cuando escucharon la historia de Coco no lo dudaron más. Era la perrita perfecta para ellos. Tan pronto la adoptaron le llevaron al veterinario para un chequeo de rutina.
“Los perros ancianos necesitan amor. Son muy agradecidos y especiales”.
Pronto pudieron confirmar que el pasado de Coco era mucho más duro de lo que pensaban. Había perdido todos sus dientes, tenía la tráquea prácticamente destrozada y había recibido una herida por impacto de perdigones. A pesar de todo, decidieron ayudarla y darle lo que tanto se merecía: unos últimos años de vida llenos de alegría. Ahora, la perrita no cabe en sí de felicidad.
“Sabíamos que Coco se merecía una familia llena de amor y eso fue precisamente lo que consiguió”.
Adora dormir sobre sus nuevos papás y es sumamente cariñosa. Todos los días les da besos y no se separa de su juguete favorito: un peluche que es una extraña combinación entre gallina y pato. Además, disfruta de deliciosas vacaciones en la playa en donde puede correr sobre la arena y descansar como todo una reina en la carpa. No hay duda de sus días difíciles han quedado atrás.
Coco adora pasar tiempo con el nieto de Alicia y Erick.
Después de unos años tan duros, Coco finalmente se encuentra con la familia que se merece. Ahora, disfrutará de su nueva vida y no volverá a ser una “carga” para nadie.
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