Siempre serán bien recibidas las iniciativas que se quieran implementar a favor de la protección de la biodiversidad.
Costa Rica es un país pequeño en extensión territorial, ocupa solo el 0,03% de la superficie total del planeta, al poseer una de las mayores concentraciones de biodiversidad en el mundo, con un hábitat que es el hogar de 500 mil organismos únicos, más del 4% de todas las especies conocidas en la Tierra.
Esta nación ha logrado captar la atención internacional, al proyectar acciones de transformación para una vida sustentable que promueven la conservación del ambiente.
Ha dado a conocer como puede funcionar solamente con energía renovable, conjuntamente con proyectos de energía geotérmica, solar y eólica, a futuro tiene estipulado neutralizar las emisiones de dióxido de carbono a niveles que no sobrepasen la capacidad de lo que pueda absorber su flora.
Gracias a la conciencia ambiental de sus ciudadanos y con la Asociación Preservacionista de Flora y Fauna (Apreflofas), organización responsable de recoger las firmas, para presentar el proyecto ante el poder legislativo, fue aprobada la Nueva Ley de Conservación de Vida Silvestre, convirtiéndose en el primer país de Latinoamérica en prohibir la caza deportiva en su territorio, ya que esta práctica representaba uno de los mayores peligros para muchas especies de felinos y aves nativas.
Teniendo como base las disposiciones de esta ley, el gobierno de Costa Rica ha anunciado la intención de cerrar dos zoológicos estadales, el emblemático Parque Zoológico y Jardín Botánico Simón Bolívar, con casi un centenar de años en funcionamiento, en San José, y el Centro de Conservación Santa Ana,ubicado en ubicado en el oeste de la capital. Sus espacios serán transformados en parques urbanos y jardines.
En declaraciones a los medios el ministro de ambiente, René Castro en el año 2013 expresó lo siguiente: “Estamos consiguiendo deshacernos de las jaulas y reforzando la idea de interactuar con la biodiversidad en parques botánicos de forma natural” también añadió: “No queremos a los animales en cautividad o encerrados en modo alguno a menos que sea para rescatarlos o salvarlos”
Una preocupación latente es la gran cantidad de animales mantenidos en cautiverio en los zoológicos del país, estos seres sociables, inteligentes y saludables no merecen que su vida natural fuese reemplazada por unas jaulas, para ser exhibidos con muy poca o casi ninguna posibilidad de expresar comportamiento natural.
Están allí solo para el entretenimiento y efímera distracción de las personas siendo confinados en condiciones de hacinamiento, tampoco pueden ser considerados como ejemplos de educación ambiental, ya conocemos el sufrimiento de los animales encerrados en jaulas de los zoológicos donde presentan comportamientos atípicos, que muy pocas veces, por no decir nunca, tendrían en la vida salvaje.
Los zoológicos dejarán de estar operativos hasta que se solvente el proceso administrativo y expire el contrato con la organización encargada de los zoológicos, que probablemente tendrá diez años de vigencia reglamentaria.
La medida anunciada ha sido bien vista para los defensores de los derechos de los animales, sin embargo, ha generado expectativa y controversia, lo importante es analizar cuidadosamente la situación de cada uno de los animales, tomar todas las precauciones y condiciones favorables para lograr su bienestar y estén preparados para una vida libre de jaulas.
El gobierno está trabajando para encontrar lugares más apropiados para las aves, mamíferos, reptiles e insectos que se exhiben hoy en día, muchos podrán ser reubicados dentro reservas forestales del país, los que no sean aptos se serán enviados a santuarios de vida silvestre y centros de rescate.
Queda demostrado que la unión ciudadana puede cristalizar iniciativas que son ejemplo para el resto del mundo logrando que los gobiernos presten atención y apoyen con la política de Estado.
Se ha despertado un cambio de paradigma en la que la industria de los zoológicos realice compromisos cada vez más sólidos de transformación de una prisión a un refugio, donde los derechos y el bienestar de los animales sean la prioridad.
Esperemos que el ejemplo siga extendiéndose y los animales sean liberados de los barrotes
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